El gobierno de Ecuador acaba de decretar el estado de excepción en ese país por las protestas que se están produciendo en las calles como respuesta a las medidas económicas decretadas por el presidente Lenin Moreno. Las medidas son el clásico plan de ajuste económico, en colaboración con el FMI, que a corto plazo siempre provocan paro y emigración masiva ¿y a qué país decidirán emigrar los ecuatorianos si tienen que hacerlo? exacto, al de siempre, a España.
Ya advertimos en su día al gobierno de España que la crisis en Venezuela iba a provocar lo mismo y que aumentara el control fronterizo. No lo hizo y decenas de miles de venezolanos han entrado ilegalmente en España. Con los ecuatorianos va a pasar lo mismo si no nos adelantamos. Mucho se habla de la inmigración ilegal en el Estrecho, en Ceuta y Melilla, pero la auténtica avalancha silenciosa se está llevando a cabo en los aeropuertos, sin que nadie haga nada por evitarla.
Es falso que esta inmigración sudamericana se adapte mejor o que tenga más afinidades con nosotros solo por el hecho de hablar el mismo idioma. De este tipo de inmigración también se derivan muchos problemas, como el de las tristemente famosas «bandas latinas», que están yendo a más cada vez. El gobierno se debe adelantar a esta posible avalancha de ilegales ecuatorianos y frenarla de inmediato.
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