Llega la última parte de su periplo. Según denuncian, en el último mes se ha estado fletando microbuses alquilados con decenas de migrantes con destino València, Madrid, Barcelona y Bilbao, sin darles ninguna seña, ni contacto, ni dinero y sin conocer la lengua. Así, los hombres llegan a las ciudades –“de madrugada”, para no encender alarmas- sin saber qué hacer ni a dónde ir. No conocen el idioma y algunos están enfermos por las condiciones en las que han vivido –o sobrevivido- en los últimos meses.
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Nota de DN: están enviando a toda España a unos inmigrantes de los que no sabemos absolutamente nada. Por supuesto, la versión oficial es que son una «pobre gente que solo busca una vida mejor». Ya ¿y eso cómo lo sabemos?¿traen algún documento que acredite algo?¿cómo sabemos que no son delincuentes, violadores, traficantes o criminales de guerra que están huyendo de sus países para que no les detengan allí? nadie lo sabe, pero al Gobierno le da igual. Los centros de inmigrantes de Andalucía están colapsados y, en vez de llevar a cabo expulsiones masivas, que es la única solución, lo único que se les ocurre es dispersarlos por el resto de España ¿qué solución es esa?
Nos quedamos con estos datos que da el artículo sobre uno de los ilegales: «Sekorai se fue porque murió su padre y el resto de la familia se enzarzó en una batalla campal por quedarse con sus propiedades que se ha saldado con la muerte de 5 hermanos (de 15 que tenía). Temía por su vida y huyó, dejando a su mujer y cuatro hijos, a los que espera traer cuando estabilice su vida»
Es decir, no huye de ninguna guerra ni nadie le persigue ni por sus ideas ni por nada (lo mismo que le pasa al 99% de todos estos inmigrantes que nos venden como «refugiados» y «solicitantes de asilo»). Huyó porque sus familiares empezaron a matarse entre ellos por una herencia (son sus costumbres) muriendo cinco de sus ¡¡quince hermanos!! y tiene en Guinea a mujer y a cuatro hijos que está esperando a traerlos a España «cuando estabilice su vida». Es decir, la opción de que pueda ser expulsado de España ni se le pasa por la cabeza. Está convencido de que se va a quedar y de que tarde o temprano el gobierno de turno va a legalizar su situación. Normal, es lo que viene ocurriendo con millones de ilegales desde hace veinte años. ¿nos damos cuenta de la invasión que se nos viene encima de forma inminente?¿vamos a seguir parados viendo como destruyen nuestro país a través de esta invasión tercermundista?
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