Josele Sánchez, Director de La Tribuna de España, ha publicado el siguiente artículo titulado: «La violencia secesionista arrasa Nou Barris en Barcelona».
Mientras la prensa del sistema narra los hechos como una pelea entre peligrosos ”nazis” de la ultraderecha y un grupo de jóvenes solidarios catalanes (algo así como las Hermanitas del Sagrado Corazón en versión independentista), lo ocurrido ayer en Nou Barris de Barcelona es la crónica anunciada del enfrentamiento civil en un Estado Fallido como es la región de Cataluña, allí donde ningún ciudadano puede sentirse amparado por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, ni por la Justicia, en medio del «Territorio Comanche» donde no hay más ley que la que imponen los violentísimos grupos secesionistas y ultraizquierdistas de Cataluña.
Y la presencia de un grupo de vecinos patriotas que, hartos de ver como los Mozos de Escuadra y la Guardia Urbana «forman parte del enemigo», y cansados de esperar la presencia de una Policía Nacional o una Guardia Civil que por allí ni siquiera asoman sus botas, han decidido pasar a la autodefensa.
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Cuando los medios del poder en Cataluña arrastra a las masas para sus fines; vendiendo una idea, se cree que esta idea ya de por sí va a funcionar. El problema muchas veces no es qué idea, si no con quién y cómo. El problema que veo en las asociaciones independentistas y los medios de TV3 es que calientan la calle de manera visceral, durante las 24 horas del día 365 días a la semana sacando lo peor de cada uno y tratan de condicionar a los que no compartimos sus ideas secesionistas por parte de algunos con insultos, intimidando y gritando más que nadie y en casos extremos a la violencia o miradas que matarían. La calle no solamente la calientan en Nou Barris, también en el barrio de Gracia y de manera latente en la plaza Orfila del distrito de Sant Andreu donde la sede del ayuntamiento de distrito desde hace mucho tiempo un lazo amarillo gigante. Hablo de Barcelona. Pero fuera del cinturón industrial, en la mal llamada Cataluña profunda, nadie se atreve a exhibir una bandera española porque hay miedo.