Lo ha vuelto a hacer. De nuevo Donald Trump, con la ayuda de Gran Bretaña (se confirma la estafa del Brexit), del Albert Rivera francés (Macron, el chico de los Rothschild) y de casi toda la UE, incluida España, ha vuelto a bombardear Siria, repitiendo el mismo escenario de hace un año y que tanto criticamos en su momento. Poco importa que ahora, al igual que el año pasado, haya sido otro pacto más o menos oculto entre USA y Rusia para llevar a cabo bombardeos puntuales que hagan el menor daño posible y que solo se realizan para calmar la sed de sangre siria de los neoconservadores sionistas y pro-israelíes que rodean a Trump. Poco importa, señor Trump, porque se le acaba el tiempo para hacer algo. Lleva 16 meses en la presidencia USA y su indecisión ha costado la vida de miles de sirios inocentes desde entonces. Si no se ve con la suficiente fuerza para hacer frente a los fanáticos belicistas de la guerra por Israel que le rodean, o directamente simpatiza con ellos, renuncie de una vez, pues está incumpliendo todas sus promesas electorales. Sí, aquellas en las que acusaba a Arabia Saudí de estar detrás del ISIS y del 11-S y en las que aseguraba que no apoyaría guerras en el extranjero que en nada afectaban al interés de Estados Unidos.

Hace unos días anunció la retirada de las tropas de Siria, pero de inmediato recibió una llamada del Primer Ministro israelí ordenándole que no lo hiciera y Trump obedeció ¿cabe mayor humillación para un país que su presidente se someta de esta manera a las órdenes de una potencia extranjera? Por si fuera poco, se produce en supuesto “ataque químico” en Siria que, de inmediato, es atribuido por toda la prensa internacional anglosionista al gobierno sirio, sin ofrecer ninguna prueba y dando toda la impresión de ser el enésimo ataque de falsa bandera efectuado por los terroristas islamistas mercenarios de la OTAN en Siria para culpar a Assad y así tener una excusa para atacar el país árabe.

Felipe VI junto al heredero saudí, Ben Salman, principal patrocinador del integrismo islámico en todo el mundo

Y efectivamente, eso es lo que ha pasado. De nuevo Trump cede a las presiones del lobby israelí, pues es Israel y sus agentes en USA los que están detrás de este conflicto igual que estuvieron detrás de la guerra de Iraq e igual que estarán detrás de la guerra de Irán el día que se ejecute. Quieren eliminar a todos los enemigos de Israel en Oriente Medio pero usando carne de cañón norteamericana y europea, no israelí. Los propios israelíes han atacado en infinidad de ocasiones Siria, con el objetivo de provocar represalias de Assad que justifiquen un ataque masivo contra Siria.

Israel ha pedido públicamente a Trump que ataque Siria, ha declarado públicamente que “ha llegado la hora de matar a Assad” y hasta dirigentes israelíes han dicho que no les interesa que el ISIS desaparezca. Todo para aislar a Irán, gran enemigo de Israel y objetivo final de todo este conflicto. Para ello, los anglosionistas, junto a su aliado saudí, no han dudado en apoyar a salvajes terroristas islámicos que se han dedicado a masacrar cristianos en Iraq y en Siria y que quieren implantar un califato sunita en Siria, país que, en este momento, es el más laico y avanzado de todo Oriente Medio y en el que sus dos millones de cristianos practicaban su religión sin ningún problema.

¿Y España? también apoya el bombardeo, como miembro de la OTAN que es. De hecho los misiles han salido de buques instalados en el Mediterráneo que, con toda probabilidad, han zarpado de la base americana en Rota (Cádiz) lo que coloca a España en objetivo preferente de las represalias rusas, si es que éstas acaban llegando. Todo indica que en su reciente visita a España, el heredero saudí, Mohamed Bin Salman, ha conseguido el apoyo de España para que se una a la criminal coalición internacional que está atacando Siria, además de conseguir cinco corbetas para los saudíes, que las usarán para seguir masacrando a los yemeníes, apoyando al ISIS e islamizando toda Europa.

Ni España, ni Europa ni Estados Unidos deben apoyar a los enemigos de Assad ¿no habíamos quedado que estamos en una “guerra contra el terrorismo”? Entonces ¿por qué atacamos al mayor enemigo de los terroristas, que en este momento es el gobierno sirio? porque la guerra contra el terrorismo no existe. Existe la guerra contra los enemigos de Israel. Y el lobby sionista internacional utiliza su dinero y su influencia para empujar al resto de países a esa guerra. No caigamos en esa trampa. Honor al pueblo sirio, a su ejército y a su presidente. No más guerras por Israel.

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