Eslovaquia se ha opuesto ferozmente a los esfuerzos de la Unión Europea por hacer frente a la gran afluencia de migrantes, la gran mayoría musulmanes, desde 2015. El primer ministro eslovaco, Robert Fico, ha asegurado que el Islam no tiene cabida en Eslovaquia.  Los observadores creen que estas medidas de protección se aprueban para frenar el avance de los nacionalistas del  LSNS (Partido Popular Nuestra Eslovaquia) 

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El Partido Popular Nuestra Eslovaquia, que entró hace unos meses en el parlamento eslovaco con el 8% de los votos y es miembro de la APF, apoyó la propuesta, e incluso solicitó subir el número de miembros de cada religión a 250.000. Milan Mazurek, miembro del partido y el diputado más joven de Europa junto con Manuel Canduela, presidente de DN en una reciente comida de trabajo.

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Manuel Canduela, presidente de DN, y el diputado eslovaco Milan Mazurek, miembro de la APF y del Partido Popular Nuestra Eslovaquia

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