No sé si soy el único católico practicante al que le pasa, pero cada vez que veo al hijo de Rafael García Serrano hablar de justicia social y moral me sube la bilis por el esófago. Para mayor escarnio lo hace en Intereconomía, un medio que se caracteriza precisamente por ser justo con sus trabajadores y por su austeridad.
Aunque ya le tengo calado desde hace tiempo tengo que confesar que hace años me caía simpático por algunos comentarios políticamente incorrectos, aunque acabé entendiendo que su actividad consiste en, además de vanagloriarse, de ganarse sus honorarios ejerciendo a modo de bloque de contención para evitar el crecimiento de partidos patrióticos.
El día que acabé de confirmar que nos la estaba metiendo doblada fue justo en plena campaña electoral de las Generales de 2011. Después de despotricar durante años contra el PP (Partido Poncio Pilatos, como él lo llama), va y dice en un programa: «Los que vamos a votar al PP…». Hay que echarle narices para decir eso. Es lo que tiene estar en un medio de señoritos, fariseos y oligarcas, muchos de ellos del Opus Dei, al que no se accede por valía personal ni por decencia sino por «mamoneo», apellidos o dinero.
No veo mucho la televisión porque intento desechar los malos hábitos, pero hace poco haciendo «zapping» le oí decir en uno de sus delirios de grandeza que la situación actual se combate al grito de «Santiago y cierra España». Qué lástima que el día en que en *El gato al agua* se discutía el tema de Blanquerna le pillara afónico. Fue el único que no dijo ni pío (y con «pío» no me refiero a su amigo Pío, que también nos quiere mucho). Además, la semana pasada cuando tuvo lugar la concentración en Barcelona *La Gaceta* ni mencionaba a DN ni el motivo de la protesta, que no es otro que la denuncia de los atropellos sufridos por Pedro Varela y sus ayudantes.
Para acabar, recuerdo una vez que dijo que era católico de la Orden de los templarios. Menudo templario que está hecho. El PP es el Partido Poncio Pilatos, estoy de acuerdo, pero también creo que este cacique debería abandonar los Templarios y fundar una nueva orden: la Orden de Judas Iscariote.
Raúl Suárez
Muy buena observación. Los supuestos patriotas que minan desde el interior.