Lo que está pasando en Rumania no tiene nombre. Habrá un antes y un después. Independientemente de lo que al final pase, si dejan o no presentarse a Calín Georgescu, lo que ya ha quedado claro es que no se puede dar el nombre de democracia a lo que ocurre en toda Europa, no solo en Rumania. Que nadie piense que Pedro Sánchez o Macrón no han manipulado las elecciones, pero de forma tan descarada como lo que está ocurriendo en Rumania, no. A parte de lo ya puesto en este canal, quien quiera saber información verdadera que lo lea y no les haga caso a los medios de desinformación.
Pues bien, recordemos que el día 26 de Febrero, fue detenido Calin, por un juez sin competencias para la acusación que le hacian, se le impuso la pena de telediario. Pero lo que no se ha dicho es que el día anterior fue destituido el jefe de la junta electoral de Rumania, la misma junta electoral que hoy ha decidido no aceptar la candidatura de Calin. Y es que el presidente destituido, que hace años perteneció al tribunal constitucional, se había manifestado en varias ocasiones en contra de la anulación de la segunda vuelta.
Nos sentimos también en la obligación de dar a conocer a través de este humilde medio de la persecución a la que está siendo sometido, no solo el propio Georgescu, sino de todo su entorno. Estamos hablando de decenas de registros y detenciones de la mayor parte de los colaboradores. Un caso que llega al esperpento es el del registro de madrugada en el domicilio de Radu Theodoru, escritor, general y héroe rumano de la segunda guerra mundial, que cuenta en la actualidad con 101 años. A Radu Theodoru se le acusa de estar preparando un golpe de estado entre él y sus amigos militares cuya edad media supera los 80 años. Con todos estos casos y otros similares se está cubriendo de gloria el régimen tiránico de Rumania instigados por los corruptos gobernantes de la UE. Ese maldito club de golfos que nunca debió de haber existido.
Desconocemos lo que finalmente ocurra, si al final terminan por impedir que pueda presentarse a las elecciones o no, pero, aunque no pueda Calín Georgescu presentarse lo que si habrá quedado claro es que, a ese régimen, que no se diferencia mucho del régimen del resto de países de la UE, no se le puede llamar democracia.

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