Otro año más, el festival de Eurovisión se ha mostrado como lo que ha sido siempre: una herramienta a favor del capitalismo anglo-sionista mundialista. Este año el ganador ha sido Ucrania, país que ha sido manipulado por Estados Unidos, Israel y la OTAN para lanzarlo contra su principal enemigo: la Rusia de Putin.

Siempre ha sido así. La creación de Eurovisión se decidió en 1956, año en el que el servicio de información de la OTAN contactó con la BBC para ver si era posible usar la red de Eurovisión para dar difusión al festival con el objetivo de «unir a una Europa que aún se levantaba de la Segunda Guerra Mundial»

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No sólo eso, también se veía al festival como una «potente herramienta de comunicación». En los últimos años, el festival ha sido usado como una herramienta de lavado de cerebro a gran escala, con el objetivo de impulsar la agenda globalista-capitalista de ingeniería social contra los pueblos europeos, una ingeniería consistente en promover un falso «europeísmo» entre los ciudadanos europeos y dar un nuevo impulso, entre otras, a la agenda del lobby LGTB internacional.

Ambos planes, el de la OTAN para impulsar una UE sometida a Estados Unidos, y el de la ingeniería social LGTB, están impulsados por las mismas élites anglosionistas que están destruyendo Europa desde 1945

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