La degeneración de una sociedad occidental empeñada en autodestruirse nos sorprendió el pasado viernes con una boda gay entre dos niños de 7 años. Tito Meeus y Otto De Greve se dieron el ‘Sí, quiero’ en la capilla para bodas del Ayuntamiento de Gante ante todos sus compañeros de clase.

Una funcionaria del ayuntamiento fue la encargada de oficiar la boda donde los dos niños vestidos con apariencia homosexual seguían con inocencia la pantomima impuesta por unas élites empeñadas en destruir nuestros valores y con ellos los principales pilares en los que se sostiene nuestra sociedad.

Una vez más, al más puro estilo independentista catalán y vasco, son los niños, los principales protagonistas de estas bizarras historias, pues depende de la educación que les demos hoy se comportaran de mayores. Todo un ataque directo y descarado a lo que somos.