Ya sabemos desde hace décadas el papel totalmente destructivo que han tenido la mayoría de los medios de comunicación en llevar a cabo un radical cambio de valores y de actitudes en la población española. Seguramente no hay otro estamento que haya sido tan dañino en este aspecto, en especial en materia de inmigración, en el que, desde hace 25 años, todos, absolutamente todos los medios de comunicación (de derechas también) han impuesto una versión y un pensamiento únicos en la población española, a la que se presionaba psicológicamente de mil maneras diferentes para que aceptara ser invadida y reemplazada por decenas de millones de inmigrantes sin protestar.

Normalmente, una de las principales razones que se le exponía al despistado pueblo español desde los medios es que la inmigración nos iba a “enriquecer culturalmente”. Es obvio que con multitud de pueblos hoy en España levantándose contra el malestar, la inseguridad y el desarraigo que les está provocando la inmigración masiva, dar este motivo ya no es eficaz, aunque eso sí, los medios siguen insistiendo en que incluso en las zonas más invadidas de España la convivencia es ejemplar, y que solo los “ultras” son quienes la amenazan.

En realidad, no hay ninguna convivencia multicultural, lo que hay es un pueblo (el español) deconstruido, desarraigado y víctima de una brutal campaña de endofobia y de auto-odio que convive con unas comunidades inmigrantes que, ellos sí, mantienen una identidad étnico-cultural colectiva potente. El multiculturalismo es simplemente la fase intermedia en la que España pasa de ser un pueblo hispano-romano-cristiano europeo a un repugnante crisol de diversos pueblos malviviendo, en el mejor de los casos, en una calma tensa o, directamente, entrando en conflictos constantes entre ellos.

Pero, como decíamos, no son buenos tiempos para alegar “la armoniosa convivencia multicultural” para justificar la invasión, así que los medios han pasado a la siguiente fase: anunciar el apocalipsis económico si los inmigrantes dejan de venir a España, como ha realizado hoy mismo El País (también Risto Meijide en La Cuatro, aunque no da tiempo a ocuparse del tema). Están muy asustados viendo que el cabreo anti inmigración en auge de los españoles se les va de las manos y viendo cómo se empieza a debatir abiertamente de temas como las deportaciones masivas y el derecho de sangre, algo impensable hace bien poco.

El periódico «global», ni se molestan en disimular

Según este periódico, prescindir de la mano de obra inmigrante sería “un suicidio económico de proporciones históricas”. Como siempre, aportan supuestos datos de las aportaciones de los inmigrantes al crecimiento del PIB, a las pensiones, etc Luego comentan episodios históricos de países (España incluida con su expulsión de los judíos) que llevaron a cabo deportaciones lo que, según El País, perjudicó a la economía. Se les olvida a los señores de El País que la economía no lo es todo en una sociedad y que no se puede medir la salud de una nación solo en términos económicos. Si quieren un ejemplo les podemos dar otro de la historia de España: la expulsión de los moriscos a principios del siglo 17. El 4% de la población total pero que en el Reino de Valencia superaban el 30%, aparte de ser una quinta columna real de nuestros enemigos turcos-berberiscos-norteafricanos del momento.

Pero en aquella época el poder político, el del Rey, aún estaba por encima del económico y, a pesar de las protestas de algunos nobles, Felipe III llevó a cabo la expulsión ¿perjudicó a la economía? a corto plazo es posible, pero España se libró de una quinta columna muy peligrosa y afianzó su identidad etnico-cultural para los siguientes 400 años. Y la economía se recuperó a medio plazo. Las causas identitarias y de seguridad nacional también se han de tener en cuenta en política. No todo es economía. Y justamente esta miopía es la que nos ha vuelto a traer a España el problema musulmán del que nos habíamos librado después de 900 años de lucha, al que hay que añadir el problema de la quinta columna marroquí.

Se dedican medios como El País a hacer cálculos a brocha gorda asegurando que la inmigración es globalmente positiva en materia económica sin calcular cuánto cuesta escolarizar a decenas de miles de niños extranjeros (ilegales incluidos) cuanto cuesta la sanidad de todos los inmigrantes y de todos sus familiares que vienen aquí a tratarse sus enfermedades, cuánto ha aumentado el gasto publico para atender a esta población creciente de doce millones de habitantes con la que España ha llegado a casi a los 50 millones (curiosamente en este caso a la izquierda no le preocupa los efectos de la “superpoblación”), el tema tabú de las remesas, con las que cada año se van de España entre 9 y 10 mil millones de euros, la pérdida del poder adquisitivo por la bajada real de los salarios, el aumento de la deuda y de los impuestos, el precio de la vivienda disparado por una población al alza que no deja de crecer…

Nos dicen que los inmigrantes son los responsables de tal porcentaje de los ingresos de las cotizaciones o de otro tanto del aumento del PIB, es normal que el PIB total crezca cuando estás inyectando 700.000 consumidores nuevos al mercado cada año y el dinero de los fondos europeos y el que imprime el BCE no paran de llegar….esta película ya la vimos en el periodo 1998-2007…hasta que los bancos cerraron el grifo y la economía española colapsó…teniendo a millones de inmigrantes, así que decir que los inmigrantes “son los responsables del crecimiento económico” es un insulto a la inteligencia y un desprecio absoluto por los españoles que siguen siendo la mayoría de los trabajadores, incluso en esas profesiones que se supone “no quieren hacer”.

En varios países europeos ya se han hecho estudios serios demostrando que, a lo largo del toda su vida, esta inmigración no europea cuesta más dinero de lo que ingresa y es normal, cuando la mayoría de ella está en trabajos precarios y mal pagados, y son dependientes netos de las inversiones públicas del estado del bienestar. Lo más curioso es cuando El País asegura que sin inmigración no podremos arreglar nuestro “problema demográfico” cuando son precisamente periódicos como El País los que llevan casi 50 años haciendo todo lo posible para hundir la natalidad española. Es realmente indignante.

¿Compensa el crecimiento económico cuando supone la destrucción étnico-cultural de tu comunidad nacional histórica?

Pero es que además, como hemos dicho, es una trampa medir la salud de un país solo por su macroeconomía o por el aumento absoluto del PIB. La salud de un país también se mide por el nivel de unión, de comunidad y de confianza que hay entre sus habitantes (fenómenos que el multiculturalismo destruye) por la seguridad que sienten al pasear por sus calles, por el bienestar que les produce ver que la herencia de sus ancestros se mantiene y se traspasa a la siguiente generación, porque los niños autóctonos no sean el único niño español de la clase ni se vean amenazados por bandas de extranjeros hostiles, por ver que su cultura, sus tradiciones y fiestas populares se mantienen y se siguen celebrando…Aún aceptando que “gracias a la inmigración crecemos” ¿de qué sirve ese crecimiento si tu barrio, tu pueblo y tu país se convierten en un cruce entre Marruecos, Senegal y Perú? de nada ¿de verdad les compensa a los habitantes de Torrepacheco crecer económicamente si el 60% de los nacimientos son de niños extranjeros, la mayoría marroquíes?¿les compensará cuando se hayan convertido en un suburbio de Rabat?

Para empezar, en España sigue habiendo tres millones de parados largos, por lo que no hace falta ninguna inmigración, pero aún así ¿tan malo sería decrecer si nos libramos de las amenazas de esta inmigración masiva de reemplazo étnico? pensamos que no, que podemos y debemos decrecer temporalmente, y en esas condiciones la inmigración no solo no es necesaria, sino que sobrarán por millones. Si hay alguna dificultad para pagar las pensiones o para lo que sea ya buscaremos una solución, pero es preferible un descenso controlado del crecimiento económico (que no tiene por qué implicar un descenso de la renta per capita) que una sustitución demográfica.

Si baja la población inmigrante ¿te imaginas la bajada equivalente en las pensiones no contributivas, pagas, ayudas sociales?¿ te imaginas la bajada en asistencia a los hospitales manteniendo el mismo número de personal sanitario liberando horarios de atención a enfermos españoles?¿te imaginas que tu hijo o tú mismo podéis acceder a una guardería pública o a una vivienda de protección oficial porque no os pasa un extranjero por delante?¿te imaginas mucha más vivienda libre para alquilar y más barata?¿te imaginas la reducción del gasto público, la retirada de las ayudas y el cierre de los chiringuitos y ONGs tipo ACCEM, Cruz Roja o el Open Arms?¿te imaginas unos pueblos y ciudades de España sin menas, bandas latinas y magrebíes y sin islam? esto último no se mide con dinero, pero también es importante.

En cuanto a La Sexta, su vergonzosa cobertura el sábado pasado de los sucesos de Torrepacheco es la gota que ha colmado la paciencia de los Nacionalistas. Ninguna televisión ha sido tan dañina para los españoles durante los últimos 20 años que este engendro izquierdista-trotskista-globalista anti español ideado por el infame Zapatero con ayuda de Jaume Roures, el Soros español.

Hay que seguir con las movilizaciones en Ferraz, Alcalá de Henares, Torrepacheco y donde haga falta, pero hay que empezar a plantearse concentraciones frente a estos medios, que llevan décadas envenenando y corrompiendo al pueblo español para que se deje invadir y reemplazar sin reaccionar. Deben ser cerrados cuanto antes

Miguel Blasco (Secretario General DN)