Alemania tendrá que acoger 300.000 migrantes anuales durante los próximos 40 años para frenar el descenso de la población, según un informe filtrado del Gobierno.

El documento, del que el Rheinische Post publicó algunos extractos el 1 de febrero, revela que el Gobierno alemán cuenta con la migración masiva permanente –presumiblemente de África, Asia y Oriente Medio– para mantener la población alemana (82,8 millones) en sus niveles actuales hasta 2060.

El informe implica que la decisión de la canciller Angela Merkel de permitir la entrada al país a alrededor de un millón y medio de migrantes, en su mayoría musulmanes, entre 2015 y 2016 no fue un gesto humanitario, sino un intento calculado de evitar un descenso demográfico en Alemania y preservar la futura viabilidad del Estado de bienestar.

Si la mayoría de los nuevos migrantes que llegan a Alemania en las próximas cuatro décadas provienen del mundo islámico, la población musulmana de Alemania podría dispararse hasta bastante más de 20 millones, y suponer más del 25 % de la población total de Alemania en 2060.

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