El comité de empresa de la fábrica láctea Lauki había convocado una manifestación desde la fábrica hasta la plaza mayor para el sábado 16 de abril a las 12 de la mañana, y en la delegación vallisoletana de Democracia Nacional decidimos apoyar la manifestación  como ya habíamos hecho en las anteriores concentraciones que habían convocado los trabajadores:

Jueves 31 de Marzo

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Sábado 2 de Abril

Un nutrido grupo de militantes de Democracia Nacional con banderas de España, de DN y letreros contra el cierre de las fábricas y de apoyo  a los trabajadores, nos sumamos a la manifestación nada más comenzar esta,  situándonos en el centro de la misma y delante de una pancarta de las Juventudes Comunistas a los que les hizo poca gracia nuestra presencia.  Durante la primera media hora del recorrido todo transcurrió con absoluta normalidad,  pero a partir de ahí, los grupos de ultraizquierda presentes en la manifestación empezaron a provocarnos con el grito de “nativa o extranjera, la misma clase obrera”, a lo cual nosotros respondíamos con los gritos de “Lauki no se cierra”.

Como no caíamos en sus provocaciones, subieron el tono de las mismas con gritos de “a por ellos, como en Paracuellos” (por cierto, ¿esto no sería un delito de apología del genocidio o un delito de odio?); “fuera fascistas de nuestras calles” (¡y yo que pensaba que las calles eran municipales y resulta  que son de esta basura!); “asesinos”; “no representáis a la clase obrera”; ”nazis no”; “esa bandera la vamos a quemar” (en alusión a la rojigualda).Con estas “lindezas” nos regalaban los oídos, sin embargo nosotros seguimos impasibles, centrándonos en el motivo de nuestra presencia: “Lauki y Dulciora no se cierran”.

Pese a todo, los mamporreros del sistema (la extrema izquierda) no consiguieron ninguno de sus 2 objetivos: amedrentarnos para que nos fuésemos de la manifestación, o si no, buscar la confrontación para desacreditarnos en nuestras reivindicaciones. Tanto es así que solo consiguieron que la organización les llamase al orden diciéndoles  que se trataba de apoyar el motivo de la manifestación, no de insultar a otros manifestantes.

La impotencia de los  ultraizquierdistas siguió en aumento, y hasta se separaron de la manifestación dejando un buen hueco al grito de “con fascistas no nos manifestamos”  y repitiendo los gritos que hemos comentado, olvidándose por completo de la temática de la manifestación. Parecían más bien una contramanifestación contra DN. La obsesión con nosotros de estos indeseables es enfermiza.

Lo único que consiguieron fue que los trabajadores y familiares de estos que estaban a nuestro alrededor nos mostrasen su apoyo. Al término de la manifestación, ya concentrados en la plaza mayor,  fueron bastantes los que se nos acercaron y nos dieron las gracias por el apoyo que les estamos brindando, y algunos trabajadores se nos presentaron como simpatizantes nuestros. También repartimos panfletos entre los allí congregados y los viandantes.

Panfleto sobre Lauki.

Panfleto sobre Lauki.

Hoy hemos dado una imagen de normalidad al sumarnos con banderas de España a una manifestación social y popular que habitualmente monopoliza la izquierda y extrema izquierda. Esperamos que esta iniciativa se convierta en norma y no en excepción.

Por otra parte, la rabieta de la extrema izquierda también se notó en las redes sociales. Aquí algunos ejemplos:

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También ha habido tuits de apoyo y celebrando que se vieran bandera de España.

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Gracias a todos  los militantes y simpatizantes que han estado en la manifestación defendiendo al trabajador español frente al abuso de las multinacionales. Y para la extrema izquierda: “ladrais, luego cabalgamos”.

 

¡Adelante por España!