El Consejo y el Parlamento Europeos han cerrado la revisión de los cinco reglamentos que componen la cuestión migratoria y han llegado a un acuerdo al que han llamado Pacto por la Migración y el Asilo.

No es la primera vez que en la UE llegan a un pacto de este tipo y todos ellos han sido papel mojado, pues nunca se ha cumplido su supuesta voluntad de controlar la llegada de inmigrantes a Europa. Al revés. Y mucho nos tememos que este pacto va a seguir en el mismo camino.

Aseguran desde la UE que a partir de ahora se van a reforzar los controles de las fronteras europeas pero no dicen cómo piensan hacerlo ¿acaso tienen pensado enviar buques militares a nuestra frontera sur para frenar la llegada de cayucos y obligarles a dar media vuelta? nada de eso. Leyendo la letra pequeña te das cuenta de que los cayucos van a seguir siendo remolcados hasta las costas europeas y que se les va a permitir seguir solicitando asilo (de manera fraudulenta) como se ha hecho siempre y que el supuesto “refuerzo de las fronteras” solo va a consistir en que, en el caso de que se les deniegue el asilo, la devolución al país del que salieron será más rápida. Nada más. Y ni siquiera se ofrece ninguna garantía de que los países chantajistas desde los que suelen salir los inmigrantes ilegales (Marruecos, Argelia, Libia o Túnez) vayan a colaborar en este proceso. Y mucho nos tememos que seguirán sin hacerlo siempre que les interese, pues ya han visto que las represalias europeas son inexistentes. Es todo un brindis al sol por parte de la UE.

Tampoco se endurecen las condiciones para aceptar a los supuestos “solicitantes de asilo” que, como ya hemos dicho, no lo son. El 99,99% de los inmigrantes que llegan a las costas europeas son inmigrantes ilegales económicos puros y duros que mienten de manera sistemática en sus peticiones de asilo, que deben de ser rechazadas en masa sin más. Es la única solución. Y ni siquiera eso, pues la solución real sería interceptarles en alta mar, detener y encarcelar a los patrones de las mafias y, siguiendo el derecho internacional, devolverlos al puerto africano más cercano. Tampoco se modifica la ley mientras dura el proceso. En este momento, mientras se tramita la solicitud, no se puede retener a un inmigrante en ningún centro de detención y son libres de circular por todo el territorio español como les dé la gana. Obviamente, lo que va a pasar es que mientras se decide o no su solicitud, si no lo ven claro, se van a largar del centro y se perderán por las calles de España o de cualquier país de Europa a la espera de su futura regularización. De chiste.

En resumen, los africanos van a seguir llegando a Europa como siempre y, además, se contempla un “mecanismo de solidaridad voluntaria” entre los países europeos para repartirse inmigrantes y se da la opción a aquel país que rechace dicho reparto a compensarlo pagando 20.000 euros por inmigrante rechazado. Si de verdad fueran a controlar radicalmente las fronteras y no fueran a entrar más inmigrantes ¿por qué acuerdan esto? porque saben que los inmigrantes van a seguir llegando como siempre. Los países ricos del norte pagarán el dinero si hace falta y todos los inmigrantes se quedarán en los del sur, España incluida. Además, este reparto puede llegar a ser obligatorio cuando se produzcan llegadas de oleadas masivas como las últimas que hemos visto en Lampedusa o Canarias, y en estos casos se alargará el plazo para decidir si se acepta o no la solicitud de asilo. También incluye la reforma excepciones al procedimiento habitual cuando los que llegan son “menores” no acompañados (ya sabemos lo que mienten los inmigrantes en este aspecto) familias o colectivos vulnerables.

Es decir ¡¡otra tomadura de pelo más de los burócratas de la UE!! así lo ha visto la Hungría de Orban, que rechaza el acuerdo, aunque no ha podido pararlo al no ser necesario el voto de todos los miembros. Como siempre, las ONGs de ultraizquierda se quejan de que “los derechos humanos de los inmigrantes no se respetan” y sus historias de siempre. Pero que no se preocupen, pues la reforma tampoco pone en ninguna parte que todas estas mafias negreras sean ilegalizadas (como debería hacerse) sus líderes encarcelados y sus barcos hundidos. Tampoco dice ni una palabra la reforma de las pateras del cielo, de los aviones por los que entra una cantidad de inmigración ilegal muchísimo mayor que por las pateras del mar y que, visto lo visto, seguirán llegando sin ningún control.

La auténtica razón de esta reforma (y de la que ha aprobado Macron en Francia) es que en seis meses hay elecciones europeas y todos los partidos anti-inmigración europeos están subiendo como la espuma, como no puede ser de otra manera, pues los ciudadanos europeos ya no soportan la invasión de inmigración de reemplazo que sufren y que va a más cada año. Pretenden los burócratas de Bruselas con esta reforma, además de centralizar en la UE una nueva competencia más, frenar la subida de dichos partidos en las elecciones pero no caigamos en la trampa. En cuanto pasen las elecciones este acuerdo (como todos los anteriores) volverá a ser papel mojado y la inmigración seguirá llegando en masa a Europa desde todos los continentes del mundo, no solo de África.

Solo hay una solución: devolución en caliente y en alta mar de todas las embarcaciones que se detecten, amenazar al país africano del que salieron y que se niegue aceptar la devolución con todo tipo de bloqueos económicos y políticos, prohibir directamente que los que llegan en cayucos puedan solicitar el derecho de asilo, que nunca fue pensado para estas llegadas masivas sino para casos individuales, perseguir legalmente a las ONGs que operan en el Mediterráneo y endurecer radicalmente las condiciones de acceso a España y Europa a todos los sudamericanos y centroamericanos que llegan en avión a nuestro continente con trampas y engaños para luego quedarse ilegalmente.

No hay otra. O se reforma radicalmente el control y la entrada de inmigrantes o Europa está muerta.

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