En los últimos años se nos ha estado lanzando una idea de manera constante: con la crisis los inmigrantes se están marchando de España masivamente, por lo que la inmigración ya no supone ningún problema y deberíamos dejar de hacer caso a partidos como DN que nos alertan de los problemas presentes y futuros que nos va a provocar la inmigración.

Pero un informe recién publicado parece desmentir esta idea. Se trata del informe anual que publica el Centro de Estudios para la Integración Social y Formación de Inmigrantes (CeiMigra). Lo primero que nos llama la atención es que este Centro pro-inmigración y pro-multiculturalismo fue creado por la Compañía de Jesús en colaboración con la Generalidad Valenciana (controlada por el PP desde hace 20 años) y que está patrocinada por La Caixa y los corruptos de Bankia (como siempre, las entidades financieras promoviendo la inmigración masiva)

El informe reconoce los desastrosos datos de paro inmigrante en España y en la Comunidad Valenciana. En concreto, en la Comunidad Valenciana el paro inmigrante en 2014 es del 38%. En algunas comunidades de inmigrantes como la musulmana el paro es aún mayor. Habiendo un total de 739.630 inmigrantes empadronados en la C. Valenciana (casi el 15% de la población) apenas 172.157 están afiliados a la Seguridad Social . Apenas un 23% de los inmigrantes. O lo que es lo mismo: el 77% de los inmigrantes de los inmigrantes de la Comunidad Valenciana no cotiza a la Seguridad Social. Teniendo en cuenta que cobran sueldos muy bajos, su aportación al sistema es mínima. Y por el mismo motivo, la inmensa mayoría de ellos tampoco paga impuestos directos. Pero todos tienen derecho a ayudas y prestaciones de todo tipo ¿y estos son los que venían a trabajar donde los españoles no quieren?¿estos son los que nos van a pagar las pensiones?¿estos son los que van a salvar la economía española?

Continúa el informe hablando del “riesgo de ruptura social si no se integra al inmigrante”. Por lo visto, el 26% de paro en la Comunidad Valenciana no es un riesgo de ruptura social, ni la precariedad laboral, ni la corrupción, ni la crisis de la citricultura valenciana, ni la deuda externa…el riesgo es «no integrar al inmigrante». Alerta el informe de que “la juventud inmigrante está en un momento crítico”. La juventud española está en un momento esplendoroso, como todo el mundo sabe. Avisa el informe de “fractura social si no se adoptan políticas de integración y de mayor cohesión”. Y para que haya cohesión, los autores del informe defienden la inmigración masiva y el multiculturalismo, los dos fenómenos que más destruyen la cohesión de las sociedades. Todo muy lógico. “ Una sociedad segmentada y segregada puede conllevar violencia y fractura social” según el informe ¿y no son precisamente sociedades fragmentadas y segregadas lo que traen la inmigración masiva y el multiculturalismo?

Como no podía faltar, en la segunda parte del informe nos alertan del peligro del extremismo ¿del extremismo islámico que trae la inmigración musulmana?¿del extremismo de las bandas del Este?¿de los gitanos rumanos?¿de las bandas latinas?¿de las mafias chinas? No, el peligro es «el auge de la extrema derecha»

Finalmente, el informe aclara que es difícil asegurar que los inmigrantes se estén marchando realmente, y que su descenso en el padrón puede estar causado por varios motivos. En primer lugar, porque los inmigrantes van adquiriendo la nacionalidad española y por eso desaparecen de la estadística como extranjeros. En concreto, durante los años 2012 y 2013, en plena crisis, el gobierno del PP aceleró las nacionalizaciones de manera radical. Otro motivo es que, al reducirse las prestaciones sanitarias para inmigrantes ilegales, muchos de ellos optan por no apuntarse en el padrón correspondiente. Además, el desempleo de larga duración entre muchos extranjeros hace que no se les pueda renovar el permiso de estancia correspondiente, pero eso no significa que se hayan ido. A lo que habría que añadir que muchos hijos de inmigrantes que nacen en España constan como “españoles” en la estadística, aunque no lo sean en la realidad.

En resumen, el desastre de la inmigración continúa muy presente. Nos dijeron que venían porque aquí había trabajo y que cuando dejara de haberlo se marcharían, pero no ha pasado eso. La inmensa mayoría siguen aquí sin aportar absolutamente nada. Sólo más paro, precariedad laboral, hundimiento de los salarios en el campo valenciano, burbujas inmobiliarias y reformas laborales que sin su presencia jamás habrían tenido lugar. Y habría que añadir otros fenómenos como el integrismo islámico. Cada vez más pueblos de la Comunidad Valenciana son invadidos por un número mayor de musulmanes sin que ningún político haga nada por evitarlo. Por no hablar del proceso de sustitución étnica en el que nos encontramos, en el que nuestros políticos ya han decidido que la solución a la baja natalidad española es importar millones de inmigrantes sin límite alguno. Sin duda alguna, la inmigración masiva ha sido el mayor desastre de la historia moderna que ha sufrido España, desastre promovido por las élites políticas, económicas y financieras, con la ayuda de los tontos útiles de la izquierda.