El pasado sábado 11 de febrero el portavoz del Sindicato Independiente de la Policía Española (SIPE) Alfredo Perdiguero, dio una conferencia en el Centro Social y Nacional El Alcázar de Valladolid sobre la inseguridad ciudadana.

Al izquierdista-globalista diario Público, en la órbita de La Sexta de George Soros y seguramente el principal impulsor en España de la ideología de género, el feminismo radical, el multiculturalismo obligatorio, el guerra-civilismo, las puertas abiertas a millones de inmigrantes y a supuestos «refugiados» y en general del auto-odio más extremo contra España y Europa, le ha faltado tiempo para criticar a Democracia Nacional y al propio Perdiguero. Se refiere a DN como «partido neonazi». La prensa puede repetir la misma mentira una y otra vez si quiere, pero DN no es ningún partido «neonazi». Es un partido legal, demócrata-nacional, que se presenta regularmente a las elecciones cumpliendo con todas las condiciones legales y que se define como Nacionalista español ¿o acaso para Público el nacionalismo español es «neonazi» y totalmente inaceptable mientras el catalán, el vasco, el andaluz y el castellano son perfectamente democráticos y aceptables?

El doble rasero se extiende al propio Alfredo Perdiguero, contra el que se carga en nombre de unos supuestos «policías progresistas» molestos con las charlas y las ideas de Perdiguero ¿Perdiguero no puede dar su opinión pero los policías «progresistas» sí? El hecho de que tenga que defender la Constitución y ser neutral no impide que pueda dar su opinión en cualquier foro o medio de comunicación al que se le invite. La Constitución también le da libertad de expresión para opinar de lo que quiera y si ha dado una charla en El Alcázar es porque se le ha invitado. Suponemos que si los policías o cualquier otro colectivo o partido progresista quieren invitar a Perdiguero a dar una charla el portavoz del SIPE no tendrá ningún inconveniente en acudir. Por lo demás, nos sorprende que los sectores policiales detractores de Perdiguero le acusen de «fomentar la discriminación y el odio» (usando expresiones de la más pura neolengua progre-izquierdista), y que critiquen la «permisividad del Ministerio del Interior» con el portavoz del SIPE cuando la única «permisividad» que un policía debería criticar por parte del Ministerio del Interior es la que tiene con terroristas, delincuentes de todo tipo, ultraizquierdistas proetarras, pederastas, traficantes, islamistas, pandilleros sudamericanos, proxenetas, estafadores banqueros y políticos corruptos.

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