Te felicito porque hayas sido designado para representar a nuestra Coalición Nacional para la Generalitat Valenciana. Sabemos que eres valenciano ¿Cuáles son tus vínculos personales con las tierras del antiguo Reino de Valencia?

Pertenezco a una familia muy unida a la cultura valenciana. Tengo el honor de tener un antepasado pintor de la generación de Joaquín Sorolla (Juan José Zapater) cuyos cuadros se valoraban en su época tanto o más que los de su amigo Joaquín. Desgraciadamente, no tuvo la notoriedad de éste, entre otras cosas porque se negó a pintar un cuadro para el rey Alfonso XIII (desconozco si ello se debió a que siempre huyó de la fama o si fue por razones políticas). Este pintor fue autor de los grabados de todos los pueblos del Reino de Valencia que ilustran la genial obra de Teodoro Llorente “Valencia, sus Monumentos y Artes, su Naturaleza e Historia”, (escrita en 1887) una obra emblemática de la Renaixença valenciana, que debería ser lectura obligada en los colegios para que supiéramos nuestros orígenes.
Tengo la ventaja de tener familia de Alicante y de Valencia, por lo que conozco los problemas de ambas provincias. Esto hace una buena combinación, teniendo en cuenta el peso en Castellón de mi partido, Democracia Nacional. Todo esto nos permite tener una visión muy amplia de nuestra Comunidad. En DN tenemos muy presente que hay una Valencia interior y otra marítima; una Valencia que habla valenciano y otra castellano. Y tres provincias cuyos extremos de Norte a Sur están muy distantes, y que a veces se sienten muy abandonadas por el centro de la región. Un buen President de la Generalitat debe serlo de todos los valencianos, y por ello sus políticas públicas deben estar orientadas a todos sin que nadie se sienta excluido.

¿De dónde te viene el interés por la política?

Desde muy pequeño tuve interés por la religión y la historia. Descubrir la historia impresionante de nuestro pueblo, el autor del mayor imperio que vieron los siglos, con la constatación de su actual estado de decadencia y amenaza de extinción me decidieron a intervenir, partiendo del sentido de justicia que siempre se me ha inculcado en la familia, y con no pocas peleas con ésta, pues siempre mis parientes han defendido el apoliticismo, debido en parte por experiencias traumáticas de pasado (tengo dos familiares por parte de padre y de madre que eran “republicanos de derechas” pero fueron asesinados en la Guerra Civil por otros republicanos que lo eran de izquierdas). Mi abuelo fue Presidente de la Audiencia de Valencia durante los años sesenta. Mi padre y mis tíos, jueces y fiscales, lo fueron por vocación, como la inmensa mayoría de los juristas de la época, lo que por desgracia no ocurre hoy, y así nos va en la Administración de Justicia. Las notas que caracterizaban a aquella generación eran: vocación de servicio, sencillez, humildad, apoliticismo total, ecuanimidad y ausencia de egocentrismo. Todo lo contrario a lo que ha venido ocurriendo desde que apareció la moda de los llamados “jueces estrella”, que coincidió con el apogeo del malogrado Consejo General del Poder Judicial, causa principal del partidismo político de las más altas magistraturas de España

El Partido Popular alardea mucho en periodo de elecciones autonómicas de haber defendido las señas de identidad valenciana. ¿Qué piensas al respecto? ¿Crees que el PP se ha esforzado por preservar nuestras señas de identidad como valencianos?

Te resumo en tres palabras ese “esfuerzo” del PP por preservar nuestras señas de identidad: folclore, pasodoble y caloret. Está claro que en el plano lúdico- festivo el PP ha hecho muchas cosas. Aquí mismo en Valencia hemos tenido uno de los mejores concejales de festejos que pueda tener una ciudad, D. Félix Crespo, quien fue un buen profesor mío de Derecho Constitucional. Alcaldes y Presidents del PP se han volcado con las Fallas, les Fogueres o la Magdalena, y en los “Moros y Cristianos”. Pero la esencia del Reino no es solo fiesta. Tenemos una historia y una lengua propia admirada por Cervantes que han sido olvidadas, maltratadas y distorsionadas por una cultura institucional contaminada por el pancatalanismo, a lo que ha contribuido mucho el PP desde el famoso pacto Aznar-Pujol del año 1996.
Nosotros no permitiremos que nuestra herencia cultural sea distorsionada, y una de las primera medidas que haríamos tras la llegada a la Generalitat sería la supresión del “Servei Valencià de Normalització”, y la transformación de la Academia Valenciana de la Lengua en una verdadera Academia de Lengua Valenciana basada en el valenciano tradicional con las debidas transformaciones de nuestro tiempo. La traición del PP a nuestra cultura ha quedado patente, incluso en algunas ocasiones en las que tras las elecciones municipales han pactado con el Bloc catalanista, como ocurrió hace algunos años en Ontenient.

¿Qué opinión te merecen los principales candidatos de los grandes partidos que existen en España en este momento?

Hay un candidato que aburre y ya no convence a nadie (Rajoy), otro que entretiene (Iglesias), otro que exaspera (Sánchez), otro que es el “bienqueda”, pues parece tratar de caer bien a todo el mundo a toda costa, (Rivera) aun a pesar de entrar en evidentes contradicciones; también hay por ahí una candidata de nombre florido que es “lo que pudo ser y no fue”, pues parecía ser alternativa seria al bipartidismo, pero por su egocentrismo perdió la oportunidad de unir a los dos partidos que pueden quebrar unidos el bipartidismo desde el centro-derecha y el centro-izquierda. Y de la “Voz” de derechas alternativa al PP cada vez se habla menos, pues el experimento de la marca blanca del PP quedó en agua de borrajas.

¿Qué opinión te merece la gestión de la cosa pública valenciana por el PP? ¿Compartes la opinión de la izquierda de que el PP en Valencia todo lo ha hecho mal?

El problema de Dª Rita y de todos los que han Gobernado esta Comunidad desde Zaplana a Fabra es que han dado tan por sentado que iban a continuar ocupando sus cargos de manera imperecedera, que al final se han olvidado de la ciudadanía, y por eso tuvo lugar la graciosa anécdota del “caloret”, que al menos dio más publicidad a Valencia los días previos de Fallas, y contribuyó a renovar nuestra riqueza folclórica con nuevos cánticos populares en recuerdo de la anécdota para las generaciones venideras. Los romanos, muy sabiamente, en la ceremonia de toma de posesión de un nuevo emperador le decían al entrante: “Recuerda que solo eres un hombre”. Pues bien, esto es lo que se han olvidado los políticos de la Generalitat, sobre todo el señor Camps, que hasta su caída en desgracia utilizó la televisión pública valenciana para darse tantas exhibiciones de autobombo que aquello parecía una versión edulcorada y liberal de la propaganda estalinista: Un día aparecía Camps con los jubilados; al día siguiente con niños de colegio; al otro en una volta a peu con los corredores; al siguiente día en una comisión fallera; al otro ante un reconocido tenista valenciano, apropiándose políticamente del triunfo de nuestro deporte en el extranjero. Aquello me recordaba a los emperadores romanos del Bajo Imperio que construían la estatua más grande cuanto menor era su decreciente poder real. Y al final el pequeño emperador fue destronado por la presión de la oposición.
Ahora bien, no comparto en absoluto la visión de la izquierda de la gestión de la administración de la Comunitat en los últimos años. La misión de la izquierda siempre ha sido descalificar por descalificar para tratar de llegar al poder a toda costa. No hay mejor ejemplo que el demagogo Pedro Sánchez, sin duda el peor de los candidatos de los grandes partidos. Yo no soy un sectario, y reconozco que el periodo de control por el PP de la Generalitat también ha tenido cosas positivas. En el caso de Valencia capital, la alcaldesa Rita Barberà ha hecho grandes cosas por Valencia, aunque no me guste ni su partido ni sus compañeros de viaje. En la época anterior, la de la alcaldesa socialista Clementina Ródenas, Valencia era un estercolero tanto de suciedad como de delincuencia. Y digo delincuencia porque a mediados de los ochenta siendo aún un menor, sufrí dos robos con violencia, ambos en calles relativamente céntricas. Aún recuerdo cuando los ladrones andaban tanto a sus anchas que se atrevían a esconderse, agazapados entre vehículos, en calles que confluían con la Avenida de José Antonio (hoy Avenida Antic Regne), a la espera de abalanzarse sobre pacíficos viandantes para desplumarlos. El aislamiento de Valencia al mar, la delincuencia desatada y la suciedad excesiva terminaron cuando pasó el cargo municipal a Dª Rita, pero por desgracia no se pudo sacar todo el provecho posible de su etapa de alcaldesa cuando las vacas eran gordas, porque se dilapidaron toneladas de dinero público en obras faraónicas de muy costoso mantenimiento. Me parece muy bien que Valencia tenga al parque oceanográfico más grande de Europa, es motivo de orgullo para los valencianos y de atracción turística, pero, ¿Era necesario el Palacio de las Artes Reina Sofía o el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe? Ni el volumen turístico que atraen, ni sus costes de construcción o mantenimiento, ni las actividades culturales que allí se realizan lo justifican, y ese dinero habría estado mucho mejor invertido en salvar el centro histórico de la capital. Existen decenas de edificios que merecen un buen repaso, y una política inteligente hubiera sido conceder préstamos blandos a parejas españolas jóvenes para que los rehabilitaran y se asentaran allí.

¿Cómo ves el futuro de estas obras faraónicas en valencia capital?

Ojalá me equivocara, pero creo que pasará algo similar, aunque no tan grave, como lo que ocurrió con Terra Mítica. En una época de crisis como ahora no hay dinero para mantener todo eso. La gran incógnita de estos edificios mastodónticos me lo plantea el Palau de les Arts Reina Sofía. Este edificio solo en 2013 costó 9 millones de euros para mantenerlo. No hay dinero ni derecho en gastarlo en algo así, con tantas prioridades sociales por atender, aunque tal vez en el futuro sea rescatado por los saudíes, cosa que ya habría ocurrido si estuviera construido en Cataluña, porque al paso que vamos con el fomento de la islamización por los poderes públicos en actitud suicida, veo que este edificio será la futura gran mezquita de Valencia allá para el 2050. Solo le falta un minarete, ¡incluso tiene una luna en forma de delgado cuarto creciente suspendida sobre él!; en verdad, con su forma de inmenso medio huevo duro partido por la mitad, tiene toda la pinta de parecer predestinada para ello.

¡Cuidado! no les demos ideas… ¿Cuál sería la principal prioridad que debería tener el Ayuntamiento de Valencia?

Como ya he anunciado antes, creo que la primera medida que habría que hacer de urgencia es intentar salvar el casco histórico. En el casco antiguo de Valencia, entre la Plaza del Carmen y las Torres de Quart, hay decenas de edificios antiguos que amenazan ruina, con un olor permanente a deposiciones de perros y gatos, mezclado los fines de semana con cervezas y licores esparcidos por el suelo y algún resto biológico orgánico humano. Esto no debería permitirse, pero mientras continúen tantos edificios en estado de abandono o semi-abandono no podrá haber vecindarios consolidados de gente sana que puedan hacer la presión social para terminar con esto, y así poder salvar la zona.
Otra cosa que es muy necesaria en Valencia es habilitar terreno y edificios para resolver el problema de aparcamiento en el centro. Hay muchos edificios y algunos solares abandonados en el centro que podrían convertirse en parkings con varias plantas para evitar el colapso circulatorio del centro. La forma medieval de las calles del centro supone que el tráfico sea caótico, sobre todo en periodo de grandes fiestas como la Navidad. Se deberían ofertar por el Ayuntamiento una parte de esas plazas a los nuevos propietarios de las fincas del casco histórico que se comprometieran a su restauración, y en cualquier caso el alquiler de las plazas, aun el que fuera por horas, no debería tener unos precios tan abusivos como ahora. Ya pagamos demasiados impuestos.

De otro lado, Valencia necesita un acceso al mar directo desde el principio de Blasco Ibáñez; ganaríamos los valencianos en estética y rapidez de acceso a la playa; ganaría el aspecto general de la ciudad, y ganaría el turismo. Esta Avenida se debería prolongar hasta el mar, cosa que ganaríamos todos. Los propietarios afectados recibirían, como manda la Constitución, la indemnización por la expropiación de sus terrenos y edificaciones. Lógicamente esto provocaría la airada reacción de la izquierda, que se autoproclamaría defensora del Cabañal, pero yo me pregunto: ¿Qué ha hecho esa izquierda durante los años en los que el Cabañal era un reducto de tráfico de drogas y de inseguridad? ¿Se han manifestado alguna vez contra eso? Ahí se demuestra una prueba más de la demagogia de la izquierda, pues si fuera el PSOE el que prolongara Blasco Ibáñez hasta el mar la mayoría de ellos darían la callada por respuesta.

¿Qué problemas te preocupan más de Alicante?

Alicante no es solo sol y playa. Tenemos una de las provincias más montañosas de España donde no se ha potenciado suficientemente el turismo rural, y la provincia con mayor atracción turística de la Comunidad. A corto plazo, el problema principal que le veo a Alicante es que la pertinaz sequía persistente el último año nos traerá grandes problemas este verano, cuando llegue la temporada alta del turismo, teniendo en cuenta además que la agricultura de allí ya la está sufriendo. Los embalses han quedado con escasas reservas. Esta situación de sequía debería aprovecharse para reclamar de la Administración central el proyectado Plan Hidrológico Nacional, que fue una idea muy buena del Gobierno Aznar que desechó el Señor Rajoy (supongo que por la cobardía que le caracteriza) pese a contar con mayoría absoluta; de llegar al poder nosotros no tendríamos ningún miedo en poner en marcha ese plan, que sería complementado con obras publicas que minimizaran en la medida de lo posible el riesgo de las riadas del Ebro. El Estado, además, desarrollaría planes de desarrollo en las zonas más deprimidas de Aragón.

Alicante, como las demás provincias de la Comunidad, tiene buena parte de su economía basada en el turismo, pero el problema es que solo se ha potenciado el turismo de bajo coste y escasa calidad que trae masas de gentes “a mogollón” que a modo de los nuevos bárbaros del norte arrasan las existencias de las cervecerías, aprenden las costumbres locales relativas al botellón o van a conciertos de música “alternativa”. También se trató de fomentar el turismo en Alicante con grandes complejos de servicios y atracciones que estaban claramente sobredimensionados y ahora no se pueden mantener, pero que en su día dieron trabajos y comisiones a los amigos de altos cargos del PP valenciano, en particular del Señor Zaplana. El derroche de aquella época aun lo estamos pagando ahora.

Un problema importante del desarrollo turístico de Alicante es el relativo al incumplimiento de la Ley de Costas. Es increíble que a unos pobres trabajadores dueños de chiringuitos de playa de toda la vida les hayan desmantelado el negocio que tanto sacrificio ha costado mientras a unos pocos propietarios de chaletazos pegados al mar se les consienta todo y no tengan ningún problema legal por la cuenta que les trae a los ayuntamientos. Cuando se trata de dinero los concejales parecen no tener ideología (da igual que sean del PSOE, del PP, del Compromís o del Bloc). Mira, te cuento una experiencia personal: en unas vacaciones de Semana Santa se me ocurrió recorrer la zona residencial del Mascarat, cerca de Calpe; es una de los parajes más hermosos de Alicante por su vista al mar desde las montañas. Pues bien, hubo un momento en que no pude acceder a la playa porque la urbanización que hay allí construida, pegada al mar y por tanto incumpliendo gravemente la ley de costas, me lo impidió. Me cortaron el acceso a la playa que en teoría es de todos. No podemos permitir que un terreno público sea privatizado privando al pueblo valenciano del acceso a su disfrute, y menos que lo sea por extranjeros.
Otro problema que daría mucho que hablar y que por desgracia comparte también la provincia de Castellón o la de Valencia es la de los delitos contra la propiedad en el campo. Recuerdo cuando en el año 2006 estuve destinado como Juez en Alzira. No te puedes imaginar los montones de denuncias que se recibían todas las semanas por causa de robos con fuerza en el campo (no solo las cosechas, sino maquinaria agrícola, muebles e incluso cobre, que era acaparado por delincuentes en su mayor parte rumanos). Esto no se debería consentir. Si fuera alcalde de esa o cualquier otra localidad con éste problema tendría como especial prioridad atender a esta grave situación. Y si fuera necesario, el alcalde de Coalición Nacional robaría horas a su sueño para patrullar con la Policía Local por el campo con el fin de que el pueblo durmiera tranquilo. Es lamentable que a los políticos del sistema les preocupe más que surjan patrullas ciudadanas, que el sufrimiento de los ciudadanos por el crimen.

¿Cómo ves la problemática de Castellón?

Hay varios problemas muy preocupantes en Castellón. A nivel político no debe despreciarse el hecho de que si el algún momento tuviera lugar una declaración de independencia por parte de la Generalitat Catalana, un objetivo prioritario, como parte de la idea de Països Catalans que tienen, sería Castellón, que de hecho es la provincia de la región donde más ha penetrado el pancatalanismo, sobre todo la zona Norte y limítrofe con Cataluña, por lo que la batalla por Valencia se daría en Castellón. Afortunadamente, el pueblo de Castellón está reaccionando y de ahí que es la provincia donde más apoyos estamos consiguiendo; hay muchos problemas a los que los partidos del sistema no ofrecen la respuesta adecuada, y por eso crecemos. Te hablo de inmigración descontrolada, de los robos en el campo y de las calamitosas políticas públicas que han hecho los grandes partidos en Castellón, sobre todo el PP con sus obras de infraestructura. Se ha dicho durante mucho tiempo que Castellón de la Plana es la ciudad peor urbanizada de España, y el PP, lejos de resolver el problema, lo ha agravado con políticas tan costosas y estrambóticas como la retirada de los autobuses urbanos y su sustitución por un tranvía que no puede adaptarse al trazado urbano de Castellón, y que en algunas paradas casi va vacío. Estábamos mejor antes con los autobuses urbanos. De otro lado, las vías de acceso a la playa se han hecho en forma sinuosa en vez de recta, con demasiadas rotondas, y después de pagar más por tantas obras resulta que se tarda más que antes en llegar al mar. Por si fuera poco, también de los bolsillos del ciudadano montaron un aeropuerto sin suficiente volumen de tráfico aéreo. En fin, toda una serie de gastos en inversiones que han sido un despropósito, y que no han repercutido en el bienestar de los castellonenses, que padecen más que nadie el problema de circular con sus vehículos en la capital. Si llegamos a la Generalitat realizaremos un estudio exhaustivo del coste/beneficio del tranvía, y suprimiremos los tramos que menos viajeros demanden y los que más problemática al tráfico causen, y volveremos en esos casos a los autobuses; y por supuesto, las calles se acondicionarán para el tráfico urbano.

Además, no vamos a permitir que las zonas rurales de la provincia estén en estado de abandono por la Administración, que se ha centrado demasiado en la capital y para mal. Será una de nuestras prioridades.

Otro problema serio que abordaremos desde la perspectiva del interés nacional es la llegada masiva de inmigración islámica, que afecta a varias poblaciones, sobre todo Benicarló, y que ha creado serios problemas de convivencia.

Has hablado de problemas de la agricultura y del turismo. ¿Qué piensas del comercio valenciano?

El pequeño comercio valenciano está arruinado por grandes superficies y por los chinos. Al final lo paga el consumidor final con una bajada de la calidad y también de las relaciones sociales. Hasta mediados de los ochenta los barrios estaban más vivos por las relaciones sociales que había en los pequeños comercios tradicionales, pero eso empezó a declinar desde que aparecieron los primeros “CONTINENTES” (después “CARREFOUR”), y lo remataron los chinos. Hoy el comercio minorista es frío y de menos calidad; ya no hay pequeñas tiendas familiares y hay que recurrir al chino, y si éste dice “hola” ya ha dicho demasiado, porque esta gente es tan laboriosa que para ellos no existe nada más fuera del trabajo, y así se pasan la vida contando tanto dinero que ni te saludan cuando entras o cuando sales. Nosotros tenemos muy claro que estableceríamos políticas de prioridad económica nacional, aunque ello supusiera la salida de la UE, de la misma manera que en el caso de la agricultura estableceríamos organismos públicos que garantizaran precios mínimos a los agricultores por la venta de sus cosechas.

Si te parece vamos a hablar ahora de la Administración Autonómica ¿Te parece bien el estado de la Administración Autonómica? ¿Deberíamos pedir más competencias?

Valencia no escapa al problema de otras Administraciones Autonómicas que es el conflicto creado por el título VIII de la Constitución. Tras el boom autonomista e independentista de los 70 a los 90, hoy el ciudadano sabe perfectamente que la Administración Autonómica está sobredimensionada y es un despilfarro; además, ha habido graves escándalos como lo que nos costó a los valencianos la fenecida y fracasada Canal9. Defendemos la supresión de todas las competencias que deberían ser del Estado según el art. 149 de la Constitución. Solo las competencias del art. 148 deberían ser autonómicas. Esto supondría un ahorro en duplicaciones de servicios, en despilfarro y en corrupción, del que se enriquecería toda la sociedad.
El problema es que el PP ha sido cómplice activo del desmantelamiento del Estado por la vía de los trasvases de competencias. De ahí, por ejemplo, la famosa “Cláusula Camps” por la que el anterior President pretendía que la Comunidad tuviera tantas competencias como las que pudiera adquirir Cataluña por la vía del Estatut. A esto en realidad se le llama “traición a los intereses generales” de todos los españoles. Si un pretendido partido “español” defiende tesis independentistas, ¿Cómo se puede desautorizar políticamente al independentismo?
Una de las últimas aberraciones que se promovieron en la etapa de Camps, y que afortunadamente no se ha llevado a la práctica (porque no hay dinero público, supongo) es el tema de la Policía Autonómica. Soy totalmente contrario a la existencia de policías autonómicas. Lo que sí crearía a nivel de Comunidad si accediera a la Generalitat es un cuerpo forestal especial de bomberos que estuviera perfectamente entrenado y militarizado abierto a los jóvenes en paro. Los incendios forestales son un riesgo mayor para la supervivencia de la nación que los atentados terroristas, a pesar de que éstos dejen muchas personas muertas o heridas de por vida, porque la desertización del suelo valenciano puede provocar daños irreversibles en tierras que nunca más se puedan recuperar, amenazando nuestra viabilidad como pueblo. En el momento actual el cuerpo de bomberos tiene una media de edad de 45 años. Urgen dos cosas: abrir la profesión a gente más joven y otorgar al bombero el derecho a portar armas, cosa que les corresponde por el carácter de autoridad que ya tienen, y por los peligros a los que se enfrentan cuando ejercen su labor.

¿Qué medidas implementaría Coalición Nacional para mejorar la Administración Pública (en general, no solo la autonómica)?

Es necesario reestructurar la Administración Pública, e imprescindible establecer mecanismos de control de calidad del funcionario y de evaluación del desempeño. Uno de los principales problemas de la Administración Pública es que los Jefes de quejan de que no tienen ningún medio para incidir sobre su empleados, y a menudo muchos empleados se quejan de que la única recompensa que reciben por hacer bien su trabajo es la de recibir más trabajo. El sistema de evaluación del desempeño permitiría conocer cuáles son los puntos fuertes del empleado, qué puntos necesita mejorar, qué acciones concretas se tomarían para el año siguiente; si el empleado está preparado para asumir mayores responsabilidades, y cuál sería el puesto más adecuado para él. Se trataría de un proceso flexible para la mejora constante. No es un instrumento para la reprobación del funcionario, sino para que mejorara la calidad en el trabajo. Sin formación constante no se puede servir bien al ciudadano; además, la evaluación es una forma de motivar e incentivar a hacer bien las cosas. Los mejores tendrían su recompensa.

¿Y en el caso de la Administración Autonómica?

A efectos de concisión y concreción, y para no cansar más al lector, voy a sintetizar las principales medidas a adoptar:
• Es necesaria la creación de una comisión interinstitucional para el establecimiento de los perfiles profesionales de plazas en convocatoria pública.
• Establecimiento de comisiones independientes que participen en los procedimientos de Baremación, junto a sindicatos y organizaciones profesionales.
• Las plazas municipales deberían convocarse en el marco de una convocatoria mensual autonómica. Control de la Generalitat Valenciana del proceso selectivo para evitar la entrega de plazas por favoritismo (caso típico de los policías locales).
• Las pruebas de acceso (de capacidad), deberían confeccionarse en su integridad por exámenes tipo test o preguntas pequeñas y concisas. En el caso de existir entrevistas o pruebas psicológicas con pruebas
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subjetivas, que sean controladas por órganos superiores o colegios de psicólogos, con posibilidad de recurso.
• Abstención y recusación obligatoria, cuando ésta sea motivada y ofrezca verosimilitud. En su caso, que resulte recurrible.
• Suspensión de la oposición en todos los casos en los que se entienda vulnerado un derecho fundamental, con independencia de que se utilice el recurso contencioso-administrativo-ordinario o el basado en los principios de preferencia y sumariedad del art. 53.2 CE.
• Establecimiento de tipos penales más duros para los delitos relacionados con la Administración Pública (prevaricación, cohecho, tráfico de influencias, fraude, etc.)
Se habla mucho de la corrupción de los políticos. ¿Hay alguna medida que establecerías que sea original en relación a lo que se ha dicho?
Se me ocurren muchas cosas, pero te voy a decir una significativa. Todos los altos cargos de la Generalitat y los alcaldes de las capitales de provincia deberían enfrentarse al final de su mandato a un Juicio de valoración del desempeño de sus cargos con auditoría independiente incluido. En el Juicio habría Abogado Defensor y acusador (Abogado del Estado). Así se hacía en Esparta y así lo haríamos nosotros.

Por último, ¿Qué les dirías a los militantes de COALICIÓN NACIONAL respecto a estas elecciones autonómicas y municipales?

Ante todo que se animen a salir a la calle, porque de nosotros depende sumar más votos, que se nos conozca y poder influir en sociedad. En todos aquellos municipios donde sepamos que se nos va a votar hay que movilizarse y estar presente en los colegios electorales, controlando la votación, y sobre todo el recuento. Por desgracia, sabemos que el “pucherazo” es una realidad que favorecen los grandes partidos para repartirse los votos de los pequeños, y podría contarte al respecto varios incidentes significativos que hemos tenido, algunos de ellos precisando intervención policial. No puede llamarse verdadero militante y camarada el que se va al fútbol el día de la votación y se desentiende de las elecciones, dejando el campo de batalla al enemigo. Así que, por favor, el 25 de mayo ¡todos a las mesas electorales.

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