En este nuevo 1 de mayo desde DN apoyamos a todas las fuerzas laborales y productivas del país (asalariados públicos y privados, autónomos, pymes…) en este año especialmente difícil por el aumento del coste de la vida que estamos sufriendo y que afecta a los trabajadores más vulnerables. En efecto, la masiva cantidad de dinero que lleva imprimiendo el BCE desde hace años, si bien es lo que está manteniendo a flote a nuestra economía y ocultando las malas decisiones económicas del gobierno, ha acabado provocando la situación actual, pues es dinero que se imprime sin respaldo y que no va destinado a aumentar la producción de bienes agrarios, industriales o tecnológicos, sino a mantener un sistema insostenible a base de dinero-deuda que tarde o temprano se derrumba como un castillo de naipes.
Es exactamente lo que pasó en 2008 cuando estalló la burbuja inmobiliaria, explosión que aún estamos pagando hoy en día en forma de déficit y deuda crónicos y un modelo productivo de bajísima cualificación que necesita estar importando en masa inmigrantes para funcionar. Y es algo en lo que está buena parte de la derecha empresarial, que sigue pidiendo importar en masa extranjeros cuando seguimos teniendo millones de parados en España, pero es la situación que ellos mismos han creado, pues al precarizar al máximo salarios y condiciones laborales los trabajadores acaban abandonado en masa el sector, y la única solución que se encuentra siempre es el comodín de la inmigración, grave error de esos mismos empresarios, pues a medio-largo plazo se van a perjudicar a sí mismos pues están creando un polvorín con consecuencias imprevisibles sobre la situación socio-económica de España pero que ya hoy mismo no para de presionar sobre los precios de la vivienda, la saturación en nuestros centros médicos y una delincuencia en nuestras principales ciudades que puede poner en peligro al sector turístico en las mismas, como ya ocurre en Barcelona.
Por lo demás, los trabajadores no solo quieren un empleo. No quieren que les reemplacen con trabajadores de fuera. Quieren tener un proyecto de vida, familia, vivienda, salud, barrios seguros y una Patria en la que ver crecer a sus hijos con la esperanza de un futuro mejor. Y no es eso lo que tenemos hoy en día, más bien lo contrario. Con la actual ingeniería social, la siniestra Agenda 2030 amenazando con paralizar nuestra economía, una competencia desleal china que va a más, la importación en masa que nos anuncian de millones de tercermundistas y una deuda gigantesca que amenaza con convertirnos en esclavos de nuestros acreedores, no tenemos ningún futuro.
Lo prioritario ahora es recuperar nuestro nivel adquisitivo, perdido no solo con la inflación actual, sino con otras causas como la entrada en el euro. Se deben subir los salarios o frenar de manera urgente la inflación (en especial la de los alimentos) poniendo freno a los abusos de los intermediarios y aumentando nuestra producción y nuestro empleo, no importando en masa productos baratos de fuera que destruyen a nuestro sectores nacionales. Y por supuesto, recuperando una política soberana en materia de energía que nos permita volver a tener energía abundante, algo que hemos perdido por las imposiciones de Bruselas y de Washington.
¡Por nuestro trabajo!¡por nuestros salarios!¡DN con el trabajador nacional!
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