Se hacen llamar “Antifas” (abreviatura de Antifascista), y recientemente fueron declarados por Donald Trump, cómo terroristas en todo el territorio estadounidense, ¿Pero quienes son en realidad?.

Se trata de un grupo terrorista bélico, muy similar a los partisanos, de los años 20 y 30, que aterrorizaron, a una buena porción del mundo, en aquellos días, ¿La constante a través del tiempo?, pues si, ¡Comunistas de todas las índoles, en este caso, hoy neomarxistas!, los partisanos de antes, en lugar de pregonar la “lucha cultural” de los antifas, pregonaban la “lucha de clases”, y a su paso, con ese odio macabro, destruían pueblos y vidas, así como los maoístas de sendero luminoso en el Perú, si, mismo Modus Operandi.

Estos nuevos partisanos, empezaron su lucha encarnizada contra el verdadero orden (la ley), con protestas “raciales” y “sociales”, (concretamente en Chile, utilizando supuestos abusos en los precios del metro, y en EU por el caso Floyd), todo, como pretexto para vandalizar monumentos históricos y destruir propiedad privada. Como sabemos, esa logística no viene por obra de la providencia, sino con jugoso financiamiento, una inversión que ven a mediano plazo, los agentes de la usura internacional.

Los apoyan abiertamente los partidos de izquierdas y la ONU, un nido comunista, o cuando menos satélite globalista, desde el día número uno de su creación. ¿Que más hace falta saber?, ¡Por favor, no hay nada más mercantilista, que un asalariado antifa!.

¿Cómo se les combate?, eso ya está en la cancha de los movimientos y partidos de causas nacionales, de cada lugar que invada el rojerío en estos tiempos, ¿Total?, esa batalla ya se libró con éxito en los años 20 y 30, en varias partes del globo.

En mi país particularmente, se dio cuando la Unión Revolucionaria (Genuino partido nacionalista), luego de llegar al poder legítimamente, tuvo que hacer frente a marxistas radicales, en la rebelión de Trujillo de 1932, grupos beligerantes, que no aceptaron su suerte adversa en las urnas. Por fortuna, en aquel momento, así como en el terrorismo de los años 90, por gestiones, que canalizaron la fortaleza de los pueblos, que nunca cedieron ante los facinerosos, fue que se lograron superar.

Aquí, para derrotar al terrorismo fue clave el armar a las rondas campesinas, ellos realmente son los artífices sustanciales del éxito por sobre el cochino maoísmo de Abimael Guzmán, por fortuna, muchos de ellos, en la sierra de mi patria, siguen armados. El hombre hispano andino, el rondero, es imponente, de estirpe, vivaz. Es el único capaz de alzar las armas, si la ocasión lo amerita, para defender nuestra tierra, nuestras tradiciones, nuestra herencia. A respetarlos y aprender de ellos.

Como verán, aquí no hay que inventar la pólvora, la fórmula ya existe, se debe aplicar nada más. ¡Occidente no demoró tanto en construirse, para que lo destruyan esos pobres diablos, internacionales!, miren todo lo maravilloso, como cultura que tenemos que dejar, para las futuras generaciones. No seamos egoístas, y defendamos con uñas y dientes lo nuestro. ¡A no ceder ni un centímetro ante estos nuevos partisanos, terroristas!.

The Pilot.

 

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