Según la Constitución, las decisiones de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum. Desde DN estamos totalmente de acuerdo con dicho artículo, por lo que pedimos al gobierno que deje que el pueblo español ejerza democráticamente su derecho a decidir sobre varias cuestiones mediante referéndum. En este caso, planteamos tres preguntas:

Primera pregunta: ¿debe suspenderse la autonomía catalana?

Desde DN entendemos que sí, no sólo por el proceso contra la legalidad nacional que ha iniciado el gobierno regional catalán, no sólo por las constantes ofensas e insultos hacia el resto de la población española, ni por el adoctrinamiento en el odio y la indiferencia hacia el resto de España que ejercen las autoridades regionales sino, sobre todo, porque los separatistas catalanes están destruyendo Cataluña a través de la inmigración masiva, especialmente la musulmana. El gobierno nacional de España debe recuperar el control de la región para frenar esta deriva.

Segunda pregunta: ¿debe eliminarse el Estado de las Autonomías?

Este modelo de Estado ha sido ruinoso en lo económico y balcanizante en lo político. No hacía ninguna falta crear este escalón administrativo. Se justifica con la absurda excusa que, de lo contrario, no se respetarían las lenguas y culturas regionales que existen en España. Explicación sin sentido, ya que perfectamente puede un gobierno de España ocuparse de estas cuestiones. Las autonomías son innecesarias y sólo han servido para dividir a la población y para colocar a todo tipo de enchufados y militantes de los distintos partidos de la casta.

Tercera pregunta: ¿hay que ilegalizar a los partidos separatistas?

Absurdo es que un Estado Nacional permita la existencia dentro de sus fronteras de partidos cuyo objetivo es la destrucción de ese Estado. Y si a esa existencia de partidos separatistas se le añaden el estado autonómico y la ley electoral actual, resulta que los separatistas tienen tienen todas las armas para conseguir sus objetivos. Así, los regionalistas se vuelven separatistas y donde no había nada aparece el regionalismo. Se acelera la balcanización del país y si a eso se le añade la inacción, incluso el colaboracionismo de los supuestos partidos y medios de comunicación “nacionales”en favor de los separatistas, como ocurre en España, el proceso acaba en choques y situaciones límite violentos. En muchos países democráticos, como Francia, los partidos separatistas son ilegales y no pasa nada.

Y por supuesto, queremos votar muchas más cosas. Queremos decidir si un país con un 25% de paro ha de acoger a más de siete millones de inmigrantes invitados, queremos decidir si tiene que haber preferencia nacional a la hora de acceder a un puesto de trabajo, si queremos mezquitas en nuestros barrios y pueblos, si han de salir de la cárcel todo tipo de etarras, violadores y pederastas, si hay que seguir privatizando servicios públicos, si derogamos la reforma laboral, si hay que rescatar a las entidades financieras con nuestro dinero, si los bancos privados han de seguir teniendo el privilegio de crear dinero de la nada, si seguimos destruyendo nuestra economía productiva, si nacionalizamos la emisión de moneda…¿por qué no nos dejan votar sobre todas estas cuestiones?

Exigimos al gobierno que inicie las acciones para convocar este referéndum en toda España lo antes posible. Esperamos que los mismos sectores que tanto defienden el “derecho a decidir” si balcanizamos España defenderán también el derecho a decidir lo contrario. ¡¡Por el referéndum nacional!!¡¡QUEREMOS VOTAR!!