En una más que cuestionable actuación policial, los mossos dividieron a los manifestantes identitarios en al menos tres grupos, manteniéndonos incomunicados y permitiendo avanzar a los independentistas. Además, nos sacaron de la calle mediante empujones y amenazas. A todo esto hay que añadir que muchos manifestantes no pudieron cruzar el cordón policial. Aun así, el acto se realizó pese a la ira antifascista y Manuel Canduela, presidente de DN, dirigió unas muy duras palabras contra la islamización de Europa y sus cómplices, la casta político- periodística y la gentuza antifa. Eso si, la “eficiente” actuación policial les sirvió a las mil maravillas para publicar sus falacias, como por ejemplo: “Eran solo 20 fascistas”.

En la gran mayoría de medios llegan a la desfachatez de ocultar las siglas de DN y el nombre del orador, Manuel Canduela. Si tanto miedo nos tiene la prensa del sistema, será que algo hacemos bien. Debería ser perseguido como un delito de apología del terrorismo que, tras un atentado brutal como este, millares de los llamados antifascistas salgan a las calles defendiendo a los islamistas y agrediendo impunemente a quienes legítimamente protestamos contra la islamización de nuestro continente.