La caravana de Montenegro empezó el 20 de febrero con la intención de que la comunidad internacional prestara atención a la violación del plebiscito de los ciudadanos de Montenegro y, así, conseguir que el gobierno de este país celebre un referéndum sobre la unión a la OTAN. Durará 12 días y partirá desde Podgorica hasta Bruselas, sede central de la OTAN. Por el camino, pasará por Kosovska Mitrovica, Skopie, Belgrado, Bania Luka, Zagreb, Liubliana, Viena, Praga y Berlín.
El organizador de esta caravana es Marko Milacic, activista sociopolítico y líder del movimiento Resistencia contra la desesperación. En su opinión, pretenden que la comunidad internacional se entere de que la democracia de Montenegro es una mentira. En ella, se utiliza la violencia contra todos los que critiquen el gobierno o apoyen una postura neutra y la celebración del referéndum.
Según el gobierno de Montenegro, su pueblo apoya completamente las acciones de sus políticos, incluida la adhesión a la OTAN, y las protestas callejeras son un teatro de la oposición. Sin embargo, el 84% de los ciudadanos desea que se vote si Montenegro se une a la OTAN o no. Por esta razón, el gobierno intenta acelerar los trámites en el parlamento, donde tiene la mayoría de los votos.
Si el gobierno se preocupase de verdad por la opinión pública, ya se habría votado, pero la ausencia de democracia queda clara a la vista de la dura represión de las manifestaciones y de los intentos de evitar que los oponentes puedan influir en la toma de decisiones. Esta idea es la que tienen en mente los activistas de esta caravana y es lo que quieren transmitir a los gobiernos de los países europeos.
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