Lo de este pelele es de traca. Hace dos días premia al masonazo de Borrell y ahora se va a Austria a homenajear a los supuestos 7.000 “republicanos” muertos en el campo de Mauthausen. Decimos “supuestos” porque ya conocemos de sobra la costumbre de izquierdistas y rojos de coger las cifras reales y multiplicarlas por cinco o por diez a su conveniencia.

Y lo de “republicanos” pues habrá que ver si de verdad lo eran o si, como casi siempre, “republicano” es la palabra código para no decir criminal antifa marxista de ultraizquierda, que en demasiadas ocasiones es la definición más acertada para todos estos “mártires de la democracia”. De nuevo Felpudo se dedica a reforzar todo el relato rojo-izquierdista de nazi-fascistas dictadores asesinos malos y republicanos de izquierda demócratas y buenos, haciendo homenaje a los mismos republicanos que derrocaron la monarquía de su bisabuelo Alfonso XIII forzándole al exilio porque el Borbón temía (con cierta razón) que estos “republicanos” le acabaran poniendo delante de un pelotón de fusilamiento como habían hecho sus primos hermanos ideológicos en Rusia con el Zar y su familia unos años antes .

¿Se sabe si Felpudo ha acudido a algún homenaje a los miles de monárquicos derechistas víctimas del terror rojo que lucharon en la guerra civil española en el bando nacional? A nosotros no nos consta. Y encima Felpudo va de la mano del ministro marxista Bustinduy, que reclama la necesidad de “combatir los discursos reaccionarios, neofascistas y ultranacionalistas”, es decir, los valores que para todos estos marxistas son la base en la que se asientan las monarquías como la del propio Felpudo. Es alucinante.