La joven R. Muñoz fue víctima de una agresión sexual y un robo el jueves pasado y cuenta su historia «para crear conciencia social», porque «no me ayudó nadie ni durante ni después, cuando estaba en el suelo tirada. Ni siquiera de lejos le dio a nadie por llamar a la Policía». Esta diseñadora de joyería afirma que lo que le ocurrió «nos puede pasar a cualquiera, seamos hombre o mujer», y comenta que a «los dolores, la indignación y la humillación» se suma «la impotencia». «¿De verdad a nadie se le removió nada de ver a tres hombres pegarle una paliza a una chica?», se pregunta.

 

–Recientemente ha sido víctima de una agresión y un robo, ¿cómo sucedió?

–Tenía que ir a cobrar un trabajo a la avenida de Medina Azahara y, al no encontrar aparcamiento, dejé el coche en la explanada junto a la Renfe. El sitio adonde fui a cobrar es la calle ancha que sale a la estación, atroché por ahí y ya oí que me siseaban, «chica», «chica». Miré de reojo y vi que eran tres personas de origen árabe. No les hice mayor caso porque la estación está siempre llena de gente. Al llegar a la explanada a por mi coche, saqué las llaves y fue darle al botón y, de repente, siento que se me echan en lo alto por la espalda.

–¿Qué le hicieron?

–Me agarraron, empezaron a tocarme por todos lados, me babearon y, al ver que opuse resistencia, uno de ellos me pegó un puñetazo en la cara. Caí directamente al suelo y ahí ya se cebaron, ya fueron patadas y todo. No sé el tiempo transcurrido, hasta que se cansaron, no lo sé, y se llevaron el bolso y me robaron todo lo que llevaba encima.

–¿Había más gente en el aparcamiento?

–No había tanta gente como puede haber en la estación, pero que hubiera cinco, seis o siete personas. Había testigos y nadie, nadie hizo nada. Como empecé a gritar «¡auxilio!», «¡auxilio!», lo primero que hicieron fue pegarme un puñetazo en la cara. Me dejaron KO.

–¿Nunca había vivido nada similar?

–Jamás he tenido una pelea ni me han agredido y ya en el suelo se ensañaron. Me pegaron patadas por todos lados, las piernas, las costillas, todo. La única suerte, por decirlo de alguna manera, es que el móvil me lo olvidé en el coche. Cuando recuperé la respiración lo primero que hice fue llamar a mi padre. Estuvimos con la Policía y fuimos al hospital. Se portaron muy bien conmigo. Me hicieron radiografías, no tenía ninguna lesión grave. Eso sí, tengo un esguince cervical de la guantada que me dieron.

–¿Quizá no la ayudaron por miedo?

–No sé si por miedo o por falta de humanidad, porque no lo justifico, pero puedo llegar a entender que no te metas en la pelea. Pero es que llegó un momento que me dejaron tirada en el suelo y me costó unos segundos poder sentarme. Y nadie venir… No cabe en la cabeza.

–¿Cree que le atacaron por algo en concreto o fue al azar?

–Creo que fue al azar, son personas a las que no había visto en mi vida. En esa explanada puede ser la segunda vez que he aparcado.

–Y sucedió a mediodía.

–Sería sobre la una y media, fue a plena luz del día. A la Policía le sorprende bastante no solo conmigo, sino con otras denuncias, el ensañamiento. Porque en ningún momento me agarré al bolso. Recuerdo decirles «llevaros lo que queráis, dejadme, por favor». Y luego la agresión sexual… sentirme así… Fue muy duro.

–¿Cómo se encuentra ahora?

–Cada vez que pienso que me podía haber pasado algo peor me falta el aire. No quiero ni salir a la calle. Soy super independiente, trabajo en el mundo de la joyería, intento no ir llamando la atención. Llevo catorce años en la profesión y jamás he vivido nada parecido.

–¿Esta agresión cómo puede afectarle para continuar con su vida?

–No lo sé, mi trabajo es emocional, yo soy diseñadora. Ahora mismo mi imaginación y me creatividad están totalmente nulas, no sé cómo me va a afectar en mi trabajo y en mi vida social. No tengo más que ver a mis padres, cómo están, soy hija única. Intento ser fuerte, pero hay veces que me vengo bastante abajo, porque dices «¿por qué me tiene que pasar esto a mí?». Lo ves todo negativo.

Diario Córdoba: http://www.diariocordoba.com/noticias/cordobalocal/r-munoz-me-cogieron-empezaron-tocarme-uno-pego-punetazo_1018325.html