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Así de claro y de contundente se ha manifestado el Obispo y Dr de la Iglesia Católica húngaro Lazlo Kiss-Rigo frente a las declaraciones del Papa Francisco.

 «No son refugiados. Esto es una invasión, esta es una nación predominantemente católica. Vienen aquí con gritos de «Allahu Akbar «(Alá es Grande). Quieren hacerse con el control, se comportan de forma arrogante y muy cínica , rechazando los alimentos, (En alusión al rechazo de alimentos de la Cruz Roja por venir marcados con el signo de la Cruz) esparciendo suciedad por todas partes y muchos de ellos tienen más dinero que mucha gente de aquí».

 Este sacerdote que pasó su infancia en la India es uno de los clérigos más influyentes de Hungría y se ha declarado totalmente a favor de la postura del premier Húngaro Victor Orban.  El Papa, por el contrario, «no conoce la situación» 

Es una lástima que la iglesia occidental este instaurada en el infantilismo más absoluto y totalmente alejada de su tradición y de la realidad.

 El Papa Francisco, desoyendo las múltiples voces que desde el  seno de la iglesia le advierten de esta peligrosa invasión musulmana de Europa ha exhortado a los católicos para que acojan solidariamente está oleada de “refugiados”, en su gran mayoría varones jóvenes en edad militar y de fuertes convicciones musulmanas. Aún así el Estado Vaticano, presidido por su santidad aún no ha dicho cuantos miles de refugiados piensa acoger. Su actitud puede tildarse desde hipócrita e irresponsable hasta abiertamente de traidora a Europa y a la Cristiandad.

Otra de las voces que nos advierten desde el seno de la Iglesia es la del Arzobispo de Mosul (Irak), Mons. Emil Nona, advirtió que los cristianos de todo el mundo enfrentarían el mismo sufrimiento que su arquidiócesis ha sufrido a manos de los extremistas musulmanes si no toman “decisiones fuertes y valientes” según publica el blog católico RELIGIÓN EN LIBERTAD 

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En declaraciones al diario italiano Corriere della Serael 9 de agosto desde Erbil, en el Kurdistán Iraquí, Mons. Emil Nona advirtió que “nuestros sufrimientos hoy son el preludio de los que ustedes, europeos y cristianos occidentales, también sufrirán en el futuro cercano”. Mons. Nona ha sido forzado a abandonar su hogar por el Estado Islámico, un califato recientemente establecido en Irak y Siria. Él es uno de los cinco obispos que han sido obligados a abandonar Mosul.

El grupo extremista islámico ha perseguido a todos los que no fueran musulmanes sunitas en el territorio del que se ha apoderado. Cristianos, yazidis y musulmanes chiítas han abandonado la zona.

“Perdí mi diócesis” dijo el Arzobispo al diario italiano. “El establecimiento físico de mi apostolado ha sido ocupado por radicales islámicos que nos quieren convertidos o muertos. Pero mi comunidad aún está viva”.

Mons. Nona apeló a los medios de comunicación occidentales para que “traten de entendernos”. “Sus principios liberales y democráticos no valen nada aquí. Deben considerar otra vez nuestra realidad en el Medio Oriente, porque están recibiendo en sus países a un número cada vez mayor de musulmanes. Ustedes también están en peligro. Deben tomar decisiones fuertes y valientes, incluso a costa de contradecir sus principios”.

El Arzobispo Caldeo de Mosul lamentó que “ustedes piensan que todos los hombres son iguales, pero eso no es verdad: El Islam no dice que todos los hombres son iguales. Los valores de ustedes no son los valores de ellos”. “Si no entienden esto lo suficientemente pronto, se convertirán en víctimas del enemigo que han recibido en su casa”, advirtió.

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