En las pasadas elecciones del 21D quedó reflejada la voluntad de los Tarraconenses. El unionismo venció en 10 de los 11 barrios del municipio.
Tras años de doctrina separatista en Cataluña mediante su prensa, su televisión, sus profesores en colegios e institutos y su tergiversación de la historia, los partidos abiertamente independentistas tan solo han conseguido el 36% de los votos (ERC, JXCat i CUP), mientras que el bloque restante se hizo con el 61% (Cs, PPC, PSC, CEC), todo ello con una participación del 81,48% del censo.
Evidentemente, Democracia Nacional NO celebra la explosión del partido naranja Ciudadanos (del mundo) en Cataluña, pero el hecho sí ha arrojado un rayo de esperanza entre tanta oscuridad, haciendo ver que la gente orgullosa de sentirse española está perdiendo el miedo progresivamente, tal como se pudo ver en las movilizaciones multitudinarias de Octubre, tanto en Tarragona (donde se concentraron unas 10.000 personas) como en Barcelona (más de 1.000.000 de personas), o en las últimas concentraciones frente la sede de ANC y la CUP, donde la asociación «Por España Me Atrevo» (de la cual es miembro DN) participó y encabezó las marchas.
Pero aún queda mucho por andar; no podemos celebrar nada todavía, pues si con el éxito de Ciudadanos, tanto en Tarragona como en toda Cataluña, el pueblo ha pretendido votar unidad nacional, lo que también ha votado queriendo o sin querer es globalización, fronteras abiertas, islamización, introducción del lobby LGTBI en las escuelas… Otra manera de destruir nuestra cultura e identidad nacional.
Esperamos la pronta traición del partido naranja a sus votantes (que llegará), para que de una vez el pueblo despierte y brinde su esperanza a la verdadera opción patriota: Democracia Nacional.
Lo vemos venir, muchos ya, pero la gran mayoría no abre los ojos. Qué nos queda a los que sí los hemos abierto?