Como llevamos denunciando en DN desde el primer día, todo indica que las últimas elecciones austriacas fueron amañadas para impedir que el FPO, un partido de ideas nacionales, anti-inmigración y anti-UE, llegara al poder en un país de Europa Occidental.

Según Strache (líder del FPO) 94 de los 117 distritos electorales austriacos, el recuento del voto por correo comenzó el mismo día de las elecciones y no al día siguiente, como marca la ley, y, en una docena de casos, la comisión electoral no contó todos los votos sino que hizo una preselección.

Strache calcula que esa decisión afecta a 573.275 papeletas de las casi 800.000 emitidas por correo.

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