Los terribles sucesos ocurridos durante los últimos días relacionados con las mal llamadas «bandas latinas» nos vuelven a mostrar la cara más siniestra del descontrol migratorio que ha habido en España en los últimos veinte años. Todos aquellos cientos de miles de sudamericanos ilegales a los que el señor Aznar dejó entrar en España porque necesitaba mucha mano de obra barata para inflar su burbuja inmobiliaria se trajeron a sus hijos. Otros los tuvieron aquí. Y ahora empezamos a ver los resultados. Se calcula que en España puede haber hasta 2.500 miembros de estas bandas, sobre todo en Madrid. Este es el Madrid «cosmopolita y multicultural» que nos ha dejado nuestra clase política, económica y mediática. Y no sólo la de izquierdas. Esperanza Aguirre, presidenta de Madrid durante todos estos años de invasión, no paró de vender las bondades de su Madrid «cosmopolita», donde «podía venir gente de todas partes» y donde «no se le pedía el DNI a nadie». Bien, ahora pagamos las consecuencias. Madrid se ha convertido en una cloaca multicultural y multiétnica donde cada vez más españoles se sienten extranjeros en su propio barrio. Este es el Madrid que la derecha liberal nos pone continuamente como ejemplo a seguir en toda España.

No sólo las bandas latinas. Este verano doscientos manteros senegaleses sembraron el terror en Cataluña ante la pasividad política y policial. Al mismo tiempo, nos anuncian que ya tenemos casi dos millones de musulmanes en España. Los cálculos más moderados estiman que en una población musulmana cualquiera, un 10% de la misma simpatiza con el integrismo islámico. Es decir, tenemos 200.000 simpatizantes del integrismo islámico ¿por qué están aquí?¿qué necesidad había de traerlos?¿quién lo ha permitido?¿por qué hemos de aguantar que una horda de dominicanos agreda salvajemente a unos policías españoles? Además, hay que añadir las mafias del este, las mafias chinas, el total descontrol de este colectivo asiático, que hace lo que le da la gana en sus comercios…

Así no se puede seguir. Para empezar, desde DN exigimos un referéndum en toda España del mismo tipo que se hizo en Suiza en el año 2010, en el que se preguntó a los suizos si estaban a favor de expulsar a los inmigrantes que cometieran delitos graves. Y los suizos votaron que sí. Al mismo tiempo, exigimos revocar todas las nacionalidades españolas que los distintos gobiernos de España (en especial el último de Rajoy) han regalado a cientos de miles de inmigrantes. Exigimos una reforma radical de la Ley de Extranjería: reagrupamiento familiar cero. Exigimos control radical de nuestras fronteras, en especial la frontera sur. Pedimos traer a toda las tropas españolas que están en el extranjero al servicio de USA, Israel y la OTAN y llevarlas al sur de España, militarizar la frontera y que no entre ni un inmigrante ilegal más. Por supuesto, rechazamos acoger a ni uno solo de los mal llamados «refugiados». Que los acojan Estados Unidos, Israel, Turquía y Arabia Saudí ¿no han provocado ellos el conflicto sirio? pues que carguen con las consecuencias.

Finalmente, exigimos repatriaciones masivas de la inmigración sobrante, en especial de delincuentes, islamistas, manteros, traficantes, mafiosos, pandilleros sudamericanos, ilegales y parados de larga duración. Basta de deportaciones selectivas de veinte en veinte que nada arreglan. Deben hacerse de veinte mil en veinte mil. Un país con cinco millones de parados no puede tener 7-8 millones de extranjeros, la mayoría de los cuales no aporta nada, ni económica, ni social, ni culturalmente, sino todo lo contrario.

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