La decisión tomada a traición, por parte del gobierno valenciano, de implantar la enseñanza del islam para el próximo curso en varios colegios de la Comunidad Valenciana ha provocado el rechazo de la mayoría de vecinos y padres autóctonos que llevan a sus hijos a esos colegios. La respuesta de los vecinos ha sido realmente positiva, en especial en Altura (Castellón) donde se llevó a cabo una concentración espontánea para rechazar la presencia del islam en el colegio.

Es cierto que, por desgracia, el islam ya está en el colegio, y en el municipio. Durante muchos años, como tantos municipios españoles, Altura ha estado recibiendo inmigración islámica sin que hubiera reacción local y sin que nunca ningún político le preguntara a sus vecinos si estaban de acuerdo con esa inmigración. Y cuando esta reacción no se produce, la inmigración islámica sigue creciendo. Celebramos que los vecinos de Altura hayan comprendido que, o pelean y se niegan a la presencia del islam en su municipio (y no solo en el colegio) o a medio plazo los habitantes de Altura serán una minoría en su propio pueblo dominados por una mayoría musulmana que irá convirtiendo poco a poco al municipio en una pequeña dictadura islámica llena de velos, mezquitas, rezos mirando a La Meca, Ramadanes y demás manifestaciones de una cultura que nada tiene que ver con la nuestra.

Celebramos la valentía de los vecinos que poco se están cortando en decir que no quieren una religión que denigra a la mujer, que en los países musulmanes no se financia la educación cristiana ni se iguala al islam con el cristianismo ni llevan inmigrantes cristianos en masa ni les dan todo tipo de ayudas para que se asienten y crezcan en número. Celebramos que los vecinos hablen de la tradición cristiana de Altura (sede del Santuario de la Cueva Santa) y que incluso algunos estén dando de baja a sus hijos de ese colegio y estén dispuestos a hacer el sacrificio de llevarlos a un colegio a mayor distancia. Es un síntoma de que algo está cambiando.

Lo que no cambia es nuestra clase política. Los partidos que forman el gobierno valenciano se apoyan en la “libertad de religión” de la Constitución, algo que habrá que modificar cuanto antes pues es el caballo de Troya a través del cual tendrá lugar la islamización de Europa. El islam no es una religión. Es un movimiento político-religioso-social que busca la supremacía e implantar su ley en Altura, en España y en cualquier parte. Y es lo que harán el día que sean mayoría. Y oponerse a eso no tiene nada de racista ni de xenófobo. Al revés, es síntoma de una persona sana que respeta la herencia de sus antepasados y se preocupa por la sociedad que van a dejar a sus hijos ¿queremos que nuestros hijos y nietos sean extranjeros en su propia tierra y vivan sometidos a la dictadura del islam?¿no vemos lo que está pasando en esos países europeos que tuvieron la mala idea de importar inmigración musulmana en masa?¿no vemos lo que está pasando en Ceuta?

Por nuestra parte, darles todo nuestro apoyo a los vecinos de Altura y darles dos consejos. El primero, que no se fíen del PP. Ha sido el partido más pro-islámico de la Comunidad Valenciana y cambiará de chaqueta el día que a su partido le interese dar una imagen más “moderada”. El segundo, que no paren, que no se rindan. Aunque el gobierno valenciano haya dicho que da marcha atrás, que no se fíen y que sigan mostrando su repulsa a la islamización de su municipio.

castellon@democracianacional.org

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