A estas alturas ya es evidente que el objetivo israelí es deportar a todos los palestinos de Gaza para repoblarlo con colonos integristas judíos para incorporarla al Gran Israel. El detonante fueron los atentados cometidos por militantes de Hamás el pasado 7 de octubre contra la población israelí, que por supuesto son condenables, aunque parecen haber sido exagerados hasta el extremo por la propaganda israelí, pues nada se ha sabido de los supuestos 1.300 muertos, de los supuestos 300 jóvenes asesinados en la fiesta que se celebraba ese día en la frontera con Gaza ni por supuesto de los bebés decapitados, bulo y desinformación que nos recuerda a otras parecidas como los bebes kuwatíes asesinados por soldados de Sadam Hussein en las incubadoras y la población gaseada por Bashar Al Assad. Y aún están por confirmar las informaciones (muy creíbles en nuestra opinión) de que el gobierno israelí ignoró las advertencias de los egipcios de que algo grave iba a pasar.

A partir de ahí se activó la propaganda israelí, algo normal cuando se produce en Israel, pues lógicamente ellos quieren mantener su Estado y su territorio. Lo que ya no es tan normal es cuando esa propaganda se produce fuera de Israel, en especial en España, teniendo en cuenta acciones pasadas del gobierno israelí como su apoyo al proceso separatista catalán en 2013 y su actual apoyo total a Marruecos, el mayor enemigo potencial de España.

El punto más peligroso de esa propaganda es el llamado “choque de civilizaciones”. Y ojo, que en DN también creemos que existe incompatibilidad entre poblaciones islámicas y occidentales a la hora de convivir en un mismo territorio. De hecho fuimos de los primeros en advertir sobre los riesgos de la inmigración masiva islámica hacia Europa, cuando muchos de los que ahora nos atacan votaban o medraban en el PP sin mover un dedo ni decir nada sobre el tema. El problema es el enfoque que le da Israel pues, según ellos, “los palestinos” (así, en general) forman parte del bloque “islamista radical” mientras que los israelíes formarían parte del occidental, por los que los europeos deberíamos unirnos a ellos y hacer su causa la nuestra, pues tenemos un enemigo en común.

¿Es así? nada más lejos de la realidad.

El separatista Artur Mas viajó a Israel en 2013 ante de iniciar su política anti-española

El separatista Artur Mas viajó a Israel en 2013 antes de iniciar su política anti-española

Este planteamiento es una estrategia israelí para “ampliar” su conflicto con los palestinos, que siempre ha sido territorial y nacional y nunca religioso. Solo con la irrupción de Hamás, estimulada sutilmente por Israel para dividir al movimiento palestino, entró el factor islamista en dicho movimiento, que siempre ha sido laico y aliado de todos los movimientos nacionalistas árabes de la zona (todos ellos anti-islamistas pero también anti-sionistas) y auténticos enemigos de Israel y por eso Israel siempre apoyó a los islamistas sunitas para debilitar a estos nacionalistas árabes. El último ejemplo lo vimos en la guerra de Siria, donde Israel y Estados Unidos apoyaron sutilmente al ISIS y Al Qaeda en contra del gobierno laico y pro-cristiano sirio ¿y se supone que estos han de ser nuestros “aliados contra el islamismo”?

Si el conflicto se enfoca según la realidad, es decir, un conflicto territorial donde los palestinos solo quieren recuperar el territorio del que fueron expulsados mediante la fuerza y el terrorismo por los inmigrantes judíos recién llegados a Palestina, Israel se queda solo, sin aliados. Pero si se amplía y se enfoca como “conflicto religioso entre civilizaciones” entonces Israel consigue meter a Europa en “su” conflicto y la consecuencia final en caso de conflicto ampliado es que los europeos tendrán que ir a Oriente Medio a morir y a matar árabes de la mano de Israel “porque si no luego esos árabes islamistas invadirán Europa”. La misma burda propaganda que nos colaron contra Rusia: “si Putin gana en Ucrania, luego invadirá toda Europa hasta Lisboa y nos impondrá el comunismo soviético” ¿ya nos hemos olvidado?

Y ciertamente, el islamismo de Hamás (que rechazamos de forma rotunda y que poco ayuda a la causa palestina) y las reacciones de los inmigrantes musulmanes de Europa con su comportamiento cada vez más radicalizado, refuerzan la propaganda israelí, pero eso no debe impedirnos ver la realidad y, como se suele decir, no mezclar churras con merinas. ¿tenemos un problema con la inmigración islámica en Europa? Sí, ¿dicha inmigración se debe revertir de inmediato? sí ¿son palestinos la mayoría de esos inmigrantes? no ¿los han traído los palestinos? tampoco ¿la causa palestina es justa? sin duda, por coherencia hemos de pensar así, pues los palestinos sufrieron una inmigración masiva , de reemplazo y además, violenta y terrorista ¿nos suena eso? es lo mismo que estamos sufriendo los europeos ahora, solo que aún estamos en una fase más inicial del proceso que vivieron los palestinos. Los europeos de hoy son los palestinos de 1920 ¿por qué si lo sufrimos nosotros es denunciable pero si lo sufren los palestinos (musulmanes y cristianos) no lo es? los sionistas de España denuncian que los inmigrantes árabes musulmanes que están en España apoyan a los palestinos ¿y qué esperaban? es lo normal, por solidaridad étnico-cultural, pero deberían hacerlo en sus países. Lo que no es normal es que lo estén haciendo en nuestros países, pues aquí no deberían estar.

Históricamente, Estados Unidos e Israel se han apoyado en el integrismo islámico saudita para contener al nacionalismo árabe

Israel y Estados Unidos siempre se han apoyado en el integrismo islámico saudita para contener al nacionalismo árabe

Pero es que eso es justo lo que esperan los israelíes, que parte de esos inmigrantes musulmanes empiecen a tener choques con los europeos autóctonos y así forzar a éstos al lado de Israel, pero son dos casos directamente contrarios, pues en Europa los europeos son los invadidos mientras que en Palestina los judeo-israelíes son los invasores, así que no podemos ponernos en la misma situación y si existe un problema religioso en Palestina es el del mesianismo judío, primero por quedarse con aquella tierra por las supuestas promesas de su dios y ahora con unos integristas judíos en expansión, que ya están en el gobierno israelí y que se dedican a hacer la vida imposible a los cristianos y a hostigar a los musulmanes en Al Aqsa porque creen que tienen el mandato divino de reconstruir el tercer templo para que aparezca su “mesías”, todo con la ayuda de los fanáticos cristianos sionistas norteamericanos.

Y no descartamos que muchos de los habitantes de Gaza acaben en las calles de Europa como refugiados igual que lo han hecho muchos afganos, sirios e iraquíes (curiosamente, ayudados por organizaciones “humanitarias” israelíes), todo por culpa de las guerras que el Estado de Israel organiza para destruir a sus enemigos en Oriente Medio ¿es eso lo que queremos?

Hemos de reconocer que el conflicto palestino-israelí ya no tiene solución y que lo menos malo que podemos hacer es justamente lo que quieren Israel y todos sus tuiteros, youtubers, políticos y periodistas españoles a sueldo: ampliarlo metiendo a Europa, porque puede provocar una guerra mundial, porque puede haber nuevas estampidas de refugiados hacia Europa, porque no tenemos nada que ganar y sí todo que perder, pues a Israel le trae sin cuidado Europa como ya demuestra con su proyecto Sansón y como demostró en el pasado pactando con aquellos que sí quieren islamizar Europa (Turquía, Marruecos y Arabia Saudí) mientras que sus enemigos (nacionalistas árabes, iraníes y palestinos) nunca han tenido planes parecidos.

Europa debe ser neutral en este conflicto, aún sabiendo que la causa justa es la causa territorial palestina (no la islamista), por supuesto, nunca debe aliarse con los israelíes y debe utilizar toda su influencia para detener este ataque israelí de inmediato.

dn@democracianacional.org

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