Estos días se han producido en España nuevas detenciones de supuestos terroristas islámicos, en Cornellá y otros lugares. A base de verlo cada dos por tres ya nos hemos acostumbrado a que ocurra esto. Pero ¿es normal que haya terroristas islámicos en España? hace no demasiado tiempo, antes de que el Régimen-78 empezara a inundar España de inmigrantes, la detención de un terrorista islámico era algo así como la detención de un extraterrestre. Simplemente, no había. No había musulmanes, no había terroristas musulmanes. Así de sencillo.

En honor a la verdad, con el PSOE, a partir de los años 80, se fue formando una comunidad islámica en España, pero era tan reducida que los problemas que daba eran mínimos. Fue a finales de los años 90, con el PP y José María Aznar al frente del gobierno de España, cuando empieza la auténtica invasión musulmana de España. Cientos de miles de islámicos empiezan a entrar en España en estampida. La invasión continuó con el PSOE de Zapatero y ahora con el PP de Rajoy. Y continuará con Podemos. A nivel regional, tanto el PP como el PSOE han favorecido esta invasión. Por supuesto, también Ciudadanos en Cataluña, la región más islamizada de España, pero en diez años Albert Rivera y compañía no han tenido tiempo para opinar sobre el tema. Muy curioso es el apoyo de los separatistas vascos y catalanes a esta invasión islámica de sus regiones. se presentan como defensores de la identidad de sus pueblos (identidad básicamente cristiana) pero no dudan en destruir la misma promocionando la islamización de sus territorios. A esta larga de lista de colaboracionistas hay que sumar la patronal, los principales sindicatos, todos los alcaldes que han consentido la islamización de sus pueblos, todos los medios de comunicación y, aunque parezca increíble, la Iglesia Católica.

Tenemos a casi dos millones de musulmanes en España. la primera pregunta es ¿qué necesidad había de traerlos aquí?¿nos han preguntado si queríamos tener a dos millones de islámicos dentro de nuestras fronteras? con el agravante de que muchos de ellos son marroquíes. No somos partidarios de tener conflictos con nadie, pero no seamos ingenuos. Marruecos ambiciona anexionarse territorio español, y permitir una amplia colonia marroquí dentro de nuestras fronteras (y de nuestro ejército) no parece la mejor idea para enfrentarse a un enemigo potencial. Por otro lado, el islam que se está patrocinando en España es el más radical, el wahabita de Arabia Saudí. Simplemente, estamos locos dejando que este país se dedique a financiar la construcción de mezquitas en España.

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Nos dicen que «el problema son los extremistas, no los moderados». Dejando de lado que esa separación es imposible en la práctica, les hacemos una pregunta a los que dicen esto ¿aceptarían una España con veinte millones de musulmanes «moderados»?¿o con cincuenta millones? por sus declaraciones deducimos que sí. En el «moderado» Marruecos se hicieron unas encuestas hace diez años y resultó que el 40% justificaba «en algún caso o en cualquier caso» los atentados suicidas para defender el islam  y el 73% de la población tenía una opinión «desfavorable o muy desfavorable» de  los cristianos. Expertos en islamismo calculan que en una población islámica, entre el 10 y el 20% simpatizan con el integrismo islámico. Es decir, que si en España hay dos millones de musulmanes, tenemos entre 200.000 y 400.000 integristas. Si hubiera cero musulmanes, tendríamos cero extremistas.

Por si fuera poco, continúa sobre la mesa la entrada de 90 millones de turco-musulmanes en Europa. La decisión ya está tomada. Los capos de la UE sólo están esperando el momento adecuado. Además, ahora nos van a colar a más falsos «refugiados» (tres millones según los últimos cálculos)(1), muchos de ellos islamistas que huyen del avance ruso en Siria y que, en palabras de la vicepresidenta Soraya, «vienen a quedarse para siempre», incumpliendo la legislación sobre refugiados, que indica que éstos deben volver a sus país en el momento en que se acabe la guerra. Y de remate, una brutal explosión demográfica y de radicalismo islámico en el norte de África. Todo ese exceso de población va a venir a España. Y la reacción de todos nuestros políticos es la contraria a la que se debería: abrirles las puertas, darles todo gratis y financiar su natalidad con nuestro dinero, cuando lo que hay que hacer es militarizar la frontera sur para que no entre nadie y empezar una política de repatriación de toda la inmigración musulmana sobrante.

Cuando lleguen los atentados islamistas a España (que llegarán) hay que recordarlo: no sólo tendremos que mostrar rechazo y pelear contra el invasor islamista. Sobre todo, tendremos que acabar con los traidores internos que hicieron posible esa invasión.

(1) Bruselas asume que llegarán tres millones de refugiados hasta 2017

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