Haremos un breve esbozo de la situación actual alrededor de Ucrania, criatura
bolchevique sobre el cuerpo de la Rusia histórica.

Nos basamos en las opiniones de
expertos y analistas en los medios públicos.

La pregunta que en primer lugar nos interesa a todos es si Putin va a emprender una invasión o no. La mayoría de los expertos están de acuerdo en que sí lo hará, y se estima la probabilidad de este supuesto en un 80%.

Hay varios factores que lo confirman.
Para empezar, dicen que Putin necesita una campaña pequeña y victoriosa porque le urge impulsar su bajo ratio de aprobación en su país. Pero no es lo principal. Vladimir nunca da pasos sin recibir la carta blanca de sus colegas mayores de la élite mundialista. Estos están ahora sacudiendo los puños en público, lo cual no suele coincidir con sus verdaderas intenciones. Por ejemplo, Biden acaba de declarar su intención de proporcionar la asistencia militar creando y armando la guerrilla en Ucrania, lo cual suena como una auténtica “invitación” a Putin para invadir. Los norteamericanos pueden beneficiarse de la invasión e incluso de la derrota del actual presidente ucraniano.

¿Cómo?

Mantener un punto caliente bajo las narices de la UE, reciclar las armas, matar a unos “malditos Russians”, así como aumentar el gasto militar — todo esto es de mucho agrado para los demócratas. Biden puede darle la carta blanca a Putin, a condición de que este no tome Kiev y no ponga a uno de sus amigos oligarcas en lugar del payaso Zelensky. Dicha carta blanca, para una pequeña guerra, también se la pueden dar los republicanos, los verdaderos socios y colegas de peso de Putin, con los que éste lleva el negocio petrolero.

A los republicanos les resultaría muy rentable tomar la delantera otra vez, a los demócratas y ganar puntos de cara a las próximas elecciones.
Y, finalmente, el propio presidente judío  Zelensky no estaría particularmente preocupado por la pérdida de una parte del territorio y varios cientos de sus jóvenes soldados, a cambio de un gran beneficio en forma de su reelección. Además, el presidente judío enviaría a la primera línea del fuego a sus adversarios — los radicales ucranianos que
sueñan con repetir la hazaña de sus antepasados en Babi Yar.

En cualquier caso, el tema debe resolverse en febrero, en pleno invierno, antes de que llegue marzo con el deshielo y el lodazal nada cómodo para mover los tanques. A la espera de la invasión rusa, los ucranianos utilizan la terminología “profundidad de la penetración” de las tropas rusas en Ucrania…

Quizás éstos no sepan lo que les espera.

 

Stanislav RUSIA.