Crónica Global ha publicado el siguiente artículo titulado: «Habla el marido de la mujer golpeada por radicales en Barcelona: ‘Temí que la mataran'».
La agresión de extremistas antifascistas a una vecina de Nou Barris el sábado, 17 de marzo, ha enmarañado aún más un conflicto abierto sobre un centro de culto musulmán que opera desde 2017 en la zona.
El marido de la mujer que fue salvajemente agredida a las puertas de su casa en la calle Japó, explica como una caravana en bicicleta de ultras de izquierda se abalanzó sobre su mujer pese a que ésta se encontraba con su hija de cinco años. «Ocurrió después de la manifestación de Unidad Contra el Fascismo y el Racismo (UCFR). Unas 300 personas se descolgaron de la marcha. Entraron en la calle a grito pelado y pegando carteles contra el fascismo. Algunos vecinos les aplaudieron, otros les increparon. Pero buscaban provocar», explica el ciudadano.
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VÍDEO DE LA AGRESIÓN:
Una vez más, denunciamos la sonrojante manipulación de los hechos acaecidos en torno a la calle Japón de Barcelona,efectuada por la prensa en Cataluña, en este caso La Vanguardia, al equiparar la actitud criminal y cobarde de la ultraizquierda antifascista, uno de cuyos miembros agredió en plena calle a una mujer que iba acompañada de su hija, con el comportamiento en todo momento pacífico de los militantes de Democracia Nacional, quienes, semana tras semana, mes tras mes, pese a las multas y la persecución de las que son víctimas por parte del Ayuntamiento de Ada Colau y los Mossos, muestran su apoyo incondicional a los vecinos de esta sufrida calle que se niegan a la islamizacion de la misma con la construcción de una mezquita.
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Se quejan que los que no queremos mezquitas somos peligrosos. ¡pues anda que los antifascistas! Los anarquistas apodaban a Barcelona «La rosa de fuego» y estos antifascistas no saben lo que es dar un palo al agua, en su vida han trabajado en nada honrado; pero eso sí, saben vivir de la subvención, el no lavarse, sablear durante toda la vida de sus padres, vivir de sus padres hasta que puedan vivir de sus hijos y hacer pintadas blasfemas en las puertas de las iglesias y amenazar a nuestros sacerdotes. Ningún antifascista trabaja en nada honrado, pero eso sí, abogados de pago sí que tienen. ¡Tienen una cara muy dura! y son unos parásitos sociales odia el capitalismo, pero sus papis forrados en muchos casos para que sus hijos hagan sus pecaditos de juventud.