Sin embargo, de los correos internos que intercambió con la policía antes, durante y después de aquella noche, se extrae la siguiente información:
-El jefe de policía pidió refuerzos porque preveía que esa noche sucederían altercados graves, pero Jäger se los negó.
-La mañana del 1 de enero, a pesar del silencio mediático y afirmar posteriormente que no sabía nada, el ministro ya conocía, con todo lujo de detalles, tanto el número de violaciones como que los agresores no eran europeos, principalmente del norte de África.
-Prohibió a la policía que usara el término «violación» en los informes.
Jäger ha reconocido que la información filtrada es cierta.
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