Más de un millar de Españoles se manifestaron nuevamente ayer, domingo 27 de mayo, por las calles de Barcelona bajo el lema «Sin igualdad no hay paz».
Partidos políticos y agrupaciones marcharon unidas bajo este lema desde la plaza Urquinaona de la Ciudad catalana a raíz de unas desafortunadas declaraciones de Quim Torra, acólito de Puigdemont y puesto a dedo por él (como su sucesor al frente de la Generalitat de Cataluña), que no duda en su afán de provocar cada vez que abre su boca reivindicando a una «supuesta» raza superior separatista.
Antes de iniciar la marcha, DN instaló una carpa con muy buena acogida entre los asistentes, repartiendo información sobre el partido a todo aquél que la solicitó, además de servir de punto de venta de camisetas, banderas, pins, etc..
La marcha se desarrolló en un ambiente festivo, entre bailes y música. Así, los manifestantes escucharon una vez más la mítica canción de Manolo Escobar «Que Viva España».
Se hizo un alto frente a una comisaría de la Policía Nacional, donde hubo aplausos y se gritó «No estáis solos». Los policías que allí se encontraban saludaron a los que se acercaban y dieron las gracias por el gesto.
Una vez en Plaza San Jaime, María, representante de Democracia Nacional, fue dando paso a los distintos oradores que leyeron sus manifiestos. El primero fue el representante de la Coordinadora de Tabarnia. Le siguió Javier Barraycoa, cofundador de Somatemps. Después pronunció unas palabras Chelo Valerio, de «Catalanes por la Ley». Por último, finalizó Josep Alsina, presidente de Somatemps.
Todo fue bien hasta que alguien salió al balcón del Ayuntamiento de Barcelona que encabeza Ada Colau, e hizo visible un póster con un lazo amarillo. La gente, al ver tal provocación, se abalanzó a las puertas del Ayuntamiento. Gracias a nuestros militantes, responsables de la seguridad del acto, los daños no fueron a mayores y tuvo que ser la misma Guardia Urbana la que salió al balcón y retiró el lazo. Los Guardias que allí se encontraban, tras verse desbordados ante la situación, agradecieron la ayuda brindada por nuestro equipo de seguridad, reconociendo que aquello había sido una provocación.
Al acabar la marcha y coincidiendo con que en Mataró, localidad cercana a Barcelona, grupos separatistas habían quedado para hacer una plantada de lazos y cruces amarillas, se repartieron de forma gratuita 300 toallas con la bandera española para ir a la playa y llenarla de rojigualdas.
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