Por los últimos acontecimientos que estamos viviendo, porque pueden volver a repetirse situaciones que ya padecimos hace no mucho y, en especial, por los dos supuestos «accidentes» de dos aviones militares españoles en las últimas semanas, recuperamos este artículo que Patricio Carrasco (Plataforma Salvemos la Biosfera) escribió hace un par de años:

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Determinados hechos, que pueden a simple vista parecer inconexos, están marcando los pasos de una agenda, que inexorablemente están afectando a la historia reciente de nuestro País y que también ponen en evidencia que, o somos el País con más mala suerte del mundo o, por el contrario, somos víctimas de un ataque perpetrado por los enemigos de siempre, internos y externos.

Si recapitulamos haciendo un breve histórico de lo que ha acontecido durante estos escasos 90 días, nos encontramos con: un atentado terrorista islámico, un proceso de secesión, la creación de una iniciativa ¿personal? llamada #Hablamos, una sequía extrema perenne en la Península y ahora en la zona donde más llovía, un Eurofighter que cae a plomo tras desfilar el día de la Hispanidad, dos Comunidades Autónomas en llamas y para colofón un huracán. Cuanto más se indaga en cada uno de estos hechos “aparentemente no relacionados”, más dudas aparecen que hacen saltar las alarmas de algo que resulta evidente, y es que España está siendo atacada.

No vamos a profundizar en todo lo anterior, ni en un ataque terrorista con matriz en Marruecos y que apesta a Mossad, ni en las ayudas de Israel al proceso secesionista, tampoco en la mano de George Soros y su Open Democracy en #Hablamos, ni en una sequía extrema, que está acabando con nuestra reserva hídrica contabilizada y cultivos y fauna, mucho menos en el caso del Eurofighter accidentado tras su paso por el desfile que le costó la vida a un joven piloto Español, cuando casualmente se estaba canibalizando aparatos debido al boicot de piezas para los mismos y EE.UU anda como loco por desprenderse de sus F-35 que no pueden hacer frente a los MIG-35 rusos.

Vamos a profundizar en los incendios que están asolando el Noroeste de la Península Ibérica, porque para entender lo que sucede con esto último, necesitamos un mapa físico y no político: 235 incendios declarados sólo durante la primera quincena de octubre y más de 125 focos simultáneos, en zonas con desniveles de más de 1000 metros, inaccesibles y distantes entre sí muchos kilómetros.

Ya estamos hartos de que, desde los Gobiernos, tanto el Central como el Regional, sigan mintiendo y diciendo que esto se reduce a terroristas incendiarios. También estamos hartos de los discursos de los partidos de la oposición, que relacionan estos incendios a la Ley de Montes y con el objeto de recalificar el terreno, así como también estamos hartos de que algunos medios dejen en el aire que pueden ser los mismos brigadistas despedidos los que prenden fuego a estas zonas.

La irresponsabilidad, las mentiras de todos los anteriores y la alta traición de algunos de ellos, no dejan ver esta realidad que supera a la ficción: que a nuestro País apenas le queda soberanía ya que, desde el Régimen del 78, España no ha dejado de ser vendida a potencias extranjeras y sobre todo a la OTAN y que, el proceso de balcanización, no empieza ni va a acabar con Cataluña.

Hay muchas formas para acabar con un País y una muy sencilla es la de acabar con su clima, desertizándolo; de esta forma acabas con sus reservas de agua y con su soberanía alimentaria. Inhibes sus precipitaciones mediante inyección troposférica y estratosférica de aerosoles. Y conjuntamente, deforestas la zona mediante incendios provocados y el humo con su hollín inhibe también de esta forma las precipitaciones. La zona deforestada acaba modificando el microclima de ese lugar y, para finalizar, prendes más fuego a la zona donde suele llover más (que últimamente está afectada por la “pertinaz sequía”) aprovechando que va a pasar por allí casualmente un huracán y, de ese modo, la dispersión de las cenizas volantes y partículas incandescentes te servirán para propagar el incendio de forma muy acelerada, afectando a otras zonas muy distantes que de otra forma, sería imposible que se vieran afectadas.

Por eso estos fuegos no entienden de mapas políticos de España y sí de físicos. Porque es IBERIA y su clima, su flora y su fauna quienes sufren el ataque.

Decía ayer Feijóo que esto es obra de “terroristas incendiarios” ¿puede ser que aceptemos ese término para referirnos a los servicios de inteligencia extranjeros que operan en nuestro País bajo el auspicio de la OTAN?

España está siendo atacada por tierra, mar y aire; su soberanía está en juego y están asestando los golpes finales a la misma.

Cuando termino de redactar este artículo, veo por la prensa que otro avión militar, en esta ocasión un F-18, ha vuelto a caer “tras despegar” y en extrañas circunstancias. A buen entendedor, pocas palabras bastan.

Patricio Carrasco.

 

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