A. I. A., uno de los responsables de la célula del DAESH (Estado Islámico), que fue desarticulada ayer por la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía en una nueva operación contra el terrorismo yihadista, estaba conectado con la banda en Siria e Iraq. Allí se esconde su jefe, huido de España, y envía las instrucciones. En su poder, fue encontrada una fotografía, con un mensaje y una sura del Corán, en el que se le ve disfrazado y con la bandera del DAESH entrando en la Comunidad de Madrid.

Expertos antiterroristas, consultados por LA RAZÓN, señalan que el mensaje-amenaza no puede ser más claro: el individuo, de espaldas, que va vestido de negro, lleva la bandera del DAESH en uno de sus brazos y se dirige a la Comunidad de Madrid, a la que convierte en posible objetivo de los actos terroristas de la banda.

En el texto que se puede leer bajo la imagen advierte a los musulmanes que colaboren con los «kufar» (no creyentes) ya que serán tratados como vulgares traidores y se «verán obligados a defenderse y no serán caramelos lo que os darán ni serán amables con vosotros».

En la sura se señala que «vengas de donde vengas, vuelve tu rostro hacia la Mezquita Sagrada».

La fotografía aparece tomada en una carretera de sierra, en el límite de las provincias de Madrid y Ávila (uno de los arrestados vivía en Cebreros) ya que se observa una zona de pinares y la calzada es de doble sentido.

A. I. A. aparece de espaldas y, como primera impresión, puede resultar un tanto grotesco, hasta que se conoce la adscripción de este supuesto terrorista, arrestado ayer junto a otros siete presuntos yihadistas.

Formaban, según fuentes de la investigación, una célula «multifuncional» yihadista, conectada con el DAESH, cuyos objetivos eran la difusión de consignas terroristas, radicalización de comunidades, captación de adeptos, selección y envío de combatientes, así como incitación a la comisión de acciones terroristas en España

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