El hotel Al Bragosso di Sant’Anna (Venecia) sirve de alojamiento a varios «refugiados». Además de a otras comodidades del hotel, están acostumbrados a cenar pollo y patatas fritas todos los domingos. Sin embargo, se decidió introducir en el menú la pasta el Domingo de Resurrección con el fin de variar la dieta.
No sé sabe muy bien si encontraron ofensiva la «celebración» de esta fecha o si consideraron que la pasta no es adecuada para sus exquisitos paladares, pero los «refugiados» empezaron a proferir insultos y a gritar que querían pollo y patatas fritas. Lejos de tranquilizarse, arrancaron la bandera italiana que cuelga en el exterior del hotel y la destrozaron.
Finalmente, tuvieron que presentarse tres patrullas de la policía.
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no hace falta que se adapten no tendria que haber venido ni uno lo mejor seria echarlos a todos y blindar las fronteras