La constitución Española, como norma suprema del ordenamiento jurídico Español, no es compatible con la defensa íntegra de la unidad nacional.

Esto es algo que nos queda más claro cuando vemos las sentencias del tribunal constitucional ante hechos tan graves como la proclamación de la «resolució per la independenciá» y todo lo que concierne al odio contra España que durante años, hemos de aguantar la mayoría de Españoles de una asquerosa minoría de indeseables.

El año que acabamos de terminar, 2015, sigue con el dichoso “proces per la independencia”, como bien hemos dicho en numerosas ocasiones, este proceso de fractura  lleva 40 años produciéndose desde aquélla transición que trajo consigo la constitución del 78, que fragua un estado autonómico e individualista y que paraliza a su vez, las instituciones y administraciones. Las paraliza no solo por estar en manos de corruptos, sino porque multiplica funciones, costes y con ello ralentiza la gestión de todas y cada una de las provincias del pueblo Español. Esta situación, en manos de corruptos e independentistas, ha sido una bomba de relojería que han manejado los políticos y que explotará destruyendo la unidad de España.

Al no tener una constitución que proteja la unidad de la nación Española, tenemos  un lastre con todo lo referente a los independentistas, aquellos hermanos rebeldes y egoístas que caen en la estupidez de su sueño inventado y que ahora, a nosotros, a los que nos duele España, les sufrimos como una pesadilla constante y diaria.

Veamos en este último repaso, lo que el año 2015 y comienzo del 2016, con la investidura de Puigdemont,  ha ocasionado el viaje secesionista.

Vamos a trasladarnos al 27 de Septiembre del pasado año, este mismo día se realizaron las elecciones autonómicas en cataluña, 4 días después de que la fiscalía presentase una querella contra Más por el referéndum del 9-N del año anterior, la misma sirvió de poco, pues ¿han visto ustedes al actual, ex- presidente de la generalidad Artur Mas, sentado en el banquillo de acusados por delito de sedición?  NO.

Las elecciones autonómicas fueron desastrosas para los independentistas, pues no obtuvieron una mayoría clara y rotunda, aun así, ellos han querido transformarlo y maquillarlo como la respuesta popular que eligió, mediante el mandato democrático, seguir con el proceso de desconexión con España.

Al mes de  aquellas elecciones, Carmen Forcadell, en su nombramiento como presidenta hace una clara alusión a la república catalana lanzando vítores, sin ningún tipo de remilgos. Es desde entonces cuando parece llegar el momento culmen del separatismo catalán, la última fase para proclamar la independencia definitiva con España, pues además, el 9-N del 2015, Artur Mas, llevó al parlamento una nueva resolución que fue aprobada, para iniciar así el último proceso por la independencia y proclamar la república catalana.

Es entonces cuando los constitucionalistas, en una reacción a destiempo y simplona de patriotismo jacobino, sacan la bandera nacional en el parlament y comienza el actual presidente en funciones Mariano Rajoy a lanzar discursos en los medios, para contener así a una gran parte de la opinión pública y un sector del ejército enfurecido, alardeando de que aplicará  la constitución, sin embargo, tuvimos que esperar un largo proceso burocrático y de farragosa inactividad por parte del tribunal Constitucional, que además, fue olvidado por los medios, tras los fatídicos atentados de Paris, cometidos por islamistas en la noche del viernes 13 de Noviembre del pasado año y que eclipsó esta grave situación  rupturista en España.

 ¿Porqué no vimos a Artur Mas, detenido antes de su muerte política?

 ¿Qué es lo que la constitución Española, supuesta garante de la unidad nacional, puede proteger a través de     su norma? 

El tribunal constitucional admitió como digo a trámite la inconstitucionalidad de la resolución, pero, quedó todo aquello, como propaganda ante la opinión pública. Pues todo sigue igual y los enemigos de España siguen sin tener su merecido, que es la cárcel.

Nos quieren hacer creer que con solo las advertencias por parte del gobierno y el constitucional de aplicar el art. 155 de la constitución vamos a conseguir frenar la bestia independentista? ¿Cree alguien de corazón, que con la posibilidad de inhabilitar a 21 cargos públicos de la casta catalana vamos a recuperar el orgullo herido, los años de nefasta gestión y a toda una juventud perdida que en Cataluña, su tierra, odia a España?

¿Creen ustedes que aun aplicando la misma, algo que no van hacer en ninguno de sus artículos más severos, sería suficiente para contener el monstruo independentista que desde Felipe González a Mariano Rajoy, pasando por Aznar y ZP han alimentado y hecho crecer?

No se aplicó de forma severa cuando ETA asesinaba en las calles de toda una nación, mientras los independentistas obtenían réditos políticos,  ni tampoco la aplicarán ahora, y saben ¿por qué?

Porque aplicándola, no frenarían los objetivos y avance  independentista ya que la constitución Española, como norma suprema del ordenamiento jurídico Español, no es compatible con la defensa íntegra de la unidad nacional.

Para que exista democracia, una verdadera organización de un pueblo con voluntad de destino, hacen falta unos valores éticos, racionales y nacionales establecidos en su población autóctona, eso traería una verdadera democracia, la DEMOCRACIA NACIONAL, la misma que nosotros proponemos. La democracia nacional que necesita España para salir adelante, es la misma que cualquier acción ó actitud rupturista y antinacional castigaría duramente, aplicando la ley  con una constitución, con una ley de leyes, pero que debería ser totalmente reformada a la que tenemos actualmente y que tejieron los “padres de esa nefasta  constitución del 78.

Algunos, que nacimos rondando los 90, no vivimos aquel proceso «super democrático» del que tanto alardean los adalides de la libertad, pero solo hay que mirar unas décadas atrás y seguir el curso de los sucesivos gobiernos democráticos y sufrir además, los acontecimientos, para darse cuenta que este aparente final tan patético, liderado por los enemigos de España, se lo han puesto en bandeja los gobiernos constitucionalistas, porque tampoco aman España.

Ahora, con Puigdemont, ex-alcalde de Gerona y actual presidente de la autonomía catalana,  el mismo que se sumó a la associació de municipis per la independenciá, el mismo que tilda de invasores a castellanos andaluces y extremeños que tanto sudor emplearon labrando durante décadas la misma tierra que pisa, la unidad nacional continuará hacia el precipicio.

Señores, es el momento de aunarse en torno al nacionalismo Español, uniros a DEMOCRACIA NACIONAL, sin tener miramientos a la hora de actuar de forma clara y operativa en DEFENSA DE ESPAÑA, hay que quitarse el miedo por las consecuencias que pueda haber por defender la unidad nacional. Yo mismo, me voy a tener que ver ante un tribunal, con un hijo de 1 año, en 8 sesiones de juicio por hacer un scratche en Blanquerna, pero es el amor a España el que me dice que defenderla ha sido escoger el buen camino.  Ya es hora de forzar la desaparición política de los que ODIAN España en las calles y las instituciones, porque si no somos capaces de frenar esta guerra psicológica, física y represiva que padecemos de algún modo, si nos contenemos, caeremos en la más absoluta derrota y en la peor traición hacia nuestros hijos. 

¡Sin patria no hay futuro, adelante ESPAÑA!

 

 

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CONSTITUCIÓN Y SEPARATISMO (I)

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