De nuevo un sangriento atentado a manos de islamistas en Europa y de nuevo teniendo a Francia como protagonista y a la República Francesa como cómplice, al haber dejado otra vez a un islamista cometer un crimen de tal barbarie en suelo europeo. El gobierno francés sabía desde hace años que el terrorista Yassin Salhi era un «radical», habiendo llegado a ser vigilado por algún tiempo antes de que el gobierno antifrancés, primero de Sarkozy y luego de Hollande, prefiriera usar su represión policial contra los defensores de la familia y los nacionalistas franceses.
El ataque terrorista fue perpetrado en Saint-Quentin-Fallavier, a unos treinta kilómetros al sureste de Lyon donde me encuentro actualmente. La mañana del 26 de junio, poco después de las diez, un terrorista musulmán asesinó a un hombre de forma inhumana, decapitando y dejando su cabeza colgando de una valla junto a una bandera islamista en la fábrica de produccion de gas «Air Products».No contento con ello, causó una violenta explosión en las instalaciones de la fábrica con bombonas de gas sacadas de su propio vehículo, reinvidicando el atentado en nombré del Estado Islámico (ISIS) en las banderas desplegadas en la valla del recinto.
El hombre asesinado era el gerente de una empresa de transporte que había ido a hacer una entrega a la fábrica de gas. Según las autoridades francesas, el terrorista pudo ser detenido gracias a un bombero que había venido a sofocar el incendio ocasiado por el atentado islamista. Lo más curioso de esta trágica situación, es que el terrorista trabajaba para el hombre asesinado, quien en vez de contratar a un francés para su empresa de transporte, había decidido contratar a un inmigrante…costándole finalmente la cabeza .
De nuevo pagamos las consecuencias de la políticas suicidas de los gobiernos europeos, de las que los ciudadanos europeos son cómplices por permitirlo. Tras lo ocurrido, la policía ha llevado a cabo la detención de la esposa del islamista y del conductor de un coche cuyo comportamiento cerca de la fábrica fue considerado sospechoso. Bonita forma de enriquecernos culturalmente los que nos iban a pagar las pensiones, mientras los nativos viven debajo de un puente.
El islamista Yassin Salhi que residía en Saint-Priest (a unos 40km de Lyon) desde hace medio año con su esposa y tres hijos, había sido investigado por pertenencia a grupos terroristas islámicos en el año 2006…seguimiento fue abandonado, ya que es más importante perseguir a los nacionalistas franceses que simplemente aman a su patria, que a cientos de terroristas que campan a sus anchas por Europa sembrando el terror. Muchos políticos han tenido la caradura de denunciar el ataque, mientras que son ellos con su política de inmigración quienes nos han metido a los islamistas en la puerta de casa.
Los nacionalistas franceses de nada ya se sorprenden, ya que ven a sus compatriotas inmóviles ante este tipo de ataque directo a los franceses, sin ni siquiera haber sido organizada una manifestación contra la Islamización de Europa y de Francia, nada. Sin embargo, si la tele les dice que hay que ir a manifestarse por Charlie Hebdo porque es lo que mola y está de moda, entonces millones de franceses salen a la calle. ¿Cuánto más aguantarán los europeos esta situación? ¿Cuándo abrirán los ojos a la realidad nuestros compatriotas?
Sólo cabe luchar por lo poco que nos han dejado y en Democracia Nacional tenemos claro lo que necesita nuestra tierra: Al fuego se le combate con fuego. ¡Ni un paso atrás!
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